San Lorenzo hizo mejor las cosas que un Huracán que anda a la deriva, sin norte, y que muy pronto se quedará sin timonel. El Ciclón se llevó el clásico por un merecido 2-0 y aunque ya está afuera de la pelea por el título, este triunfo es un buen aliciente en tiempos de crisis.
El equipo del Cholo Simeone encontró la apertura del marcador en las alturas mediante un buen cabezazo de Renato Civelli, que apareció solo, como un fantasma, y no falló a la salida de un tiro libre que cayó en el punto penal y que venía de una falta que le habían cometido a él mismo.
Con la ventaja, el visitante se mostró mejor parado y se adueñó del medio. Claro que el dominio territorial no se transformó en peligrosidad de mitad de cancha hacia adelanto. La única que tuvo después fue un remate de larga distancia del Kily González que tapó bien Gastón Monzón.
Huracán tampoco hizo mucho en ese primer tiempo. Apenas un remate cruzado de Leandro Díaz que Nicolás Trecco no llegó a empujar y una trepada de Diego Rodríguez por izquierda que sacó un zurdazo que se fue cerca del palo.
Con el comienzo del complemento llegaron más emociones.
Al minutos, tras un pase del Kily, Menseguez se perdió el segundo al perder en el mano a mano dos veces con Monzón, que con el correr de los minutos se convirtió en la figura del partido y evitó una goleada.
Sobre los ocho Patricio Toranzo probó desde afuera pero no tuvo suerte para el empate.
Cuando el Globo soñaba con la resurrección, Sergio Pezzotta le mostró la roja a Paolo Goltz y los de Ángel Cappa se quedaron con uno menos. A pesar de ello, sobre el cuarto de hora, Mario Bolatti estuvo cerca de la igualdad con un cabezazo en una pelota parada.
El Santo respondió con una buena jugada que salió de los pies del reaparecido Romagnoli y que terminó el Kily González, pero Monzón le volvió a ahogar el grito de gol.
El arquero del Globo hizo todo lo que pudo para impedir otra caída de su arco, pero sobre el final, el "Chaco" Torres lo eludió con gran categoría y puso el 2-0.