BRUSELAS (DPA/AFP).- Los 27 jefes de Estado o Gobierno de la Unión Europea (UE) eligieron anoche al primer ministro belga, Herman Van Rompuy, de 62 años como primer presidente permanente del bloque europeo para los próximos dos años y medio. Y a una mujer, la laborista británica, Catherine Ashton, de 53 años, para encabezar la representación del bloque ante el mundo.
De este modo, aseguran analistas, los líderes europeos lograron la "cuadratura del círculo" respetando escrupulosamente la paridad de sexos, aunque ninguno de los dos líderes elegidos reúne gran experiencia internacional.
Van Rompuy, democristiano flamenco de 62 años, está hace once meses en el cargo de primer ministro de Bélgica, y es considerado un políglota y exitoso mediador en conflictos difíciles, aunque no sea un político carismático.
Su candidatura -patrocinada por Francia y Alemania- era la que encontraba menos resistencias entre el resto de socios europeos, y su elección fue posible luego que el Reino Unido renunciara a colocar en el puesto al ex primer ministro Tony Blair.
Tras varias semanas de duras negociaciones entre bastidores (con escasa transparencia, según los más críticos), los líderes europeos aceptaron, en el curso de una cena de trabajo, la propuesta de los socialistas europeos, la segunda fuerza en la Eurocámara, tras los conservadores, para que sea la actual comisaria de Comercio de la UE, la laborista británica, Catherine Ashton, de 53 años, quien se convierta en la futura "ministra de Exteriores" del bloque.
Se trata de un puesto destinado a hacer historia en los anales de los libros, dado que -de alguna manera- viene a colmar un vacío en la representación externa de la UE. Todavía se recuerda en Bruselas, con cierta amargura, cuando el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger se burlaba preguntando a qué número de teléfono debía llamar para hablar con la "cabeza visible" de Europa. Debido al necesario juego de contrapesos y complejos equilibrios europeos, el cargo de "presidente estable de la UE", por dos años y medio, irá a parar a manos de un conservador
Los dos cargos están contemplados en el nuevo Tratado de Lisboa, que entrará en vigor el próximo 1 de diciembre, según todas las previsiones. Con el tándem Ashton-Van Rompuy, la Europa unida logrará previsiblemente mayor protagonismo político, mayor cohesión como bloque, y una creciente representación exterior ante las grandes potencias del globo, como Estados Unidos, China o Rusia.
La presidencia sueca logró el equilibrio en último momento, cuando todo hacía presagiar que la cumbre naufragaría en el caos, debido al exceso de candidatos : más de 20 y a que nadie estaba dispuesto a renunciar.
Van Rompuy pertenece a un país pequeño de la UE, un símbolo de "respeto" y equilibrio hacia los socios menos poderosos del bloque. Por otro lado, la elección de Ashton, una mujer, supone escuchar a, entre otras, la ministra sueca para la UE, Cecilia Malmstrom, quien exigía presencia femenina en alguno de los dos altos puestos europeos.
El laborista Tony Blair se ha marchado de Europa por la puerta pequeña. No obtuvo ni el puesto de "presidente" ni el de "ministro de Exteriores". Un sonado fracaso para un líder que, a priori, era el único candidato "oficial".