SIERRA GRANDE.- Un informe de Salud Pública fue el detonante para la medida municipal: el matadero no podía garantizar las condiciones mínimas higiénico-sanitarias de la faena.
El informe del área de Salud ambiental del hospital detalló hace un año que en el matadero no existía local adecuado de mampostería para la recepción, inspección y tratamiento de vísceras, tampoco tenía horno crematorio de vísceras, el sistema de desagües no era el correcto y los efluentes eran drenados al exterior por tuberías.
Es más, el lugar no contaba con baños, vestuarios y tampoco lavamanos, entre otras carencias. Con estos argumentos por primera vez el municipio puso el ojo en este matadero rural que contaba con una habilitación desde el 2006.