Al igual que padres, referentes barriales de Salud y la comunidad educativa, son muchos los que coinciden en que falta algo más que "contención" para enfrentar el grave flagelo de los estupefacientes. "Hay que dar un ataque real a la droga, pero eso es lo más tremendo de la droga, que el negocio no se termina? es desesperante", sostiene una docente del sector oeste roquense.

"Acá necesitamos un psicólogo como el agua; hay situaciones familiares terribles, adicciones, violencia, situaciones de abandono", agrega la maestra.

"La gente no puede con su vida, vienen y me dicen ´no sé qué hacer´ con el pibe, y uno no está preparado para todo. Por eso necesitamos que los responsables de trabajar en esta problemática den la cara", pide.

Desde una primaria de la ciudad, se graficó el panorama en dos líneas: "Antes teníamos uno o dos chicos con problemas por cada grado, ahora deben ser uno o dos los únicos que no tienen problemas".