La escritora rumano-alemana Herta Müller, de 56 años, fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura por una obra que dibuja los paisajes de los desposeídos "con la concentración de la poesía y la objetividad de la prosa", según el fallo difundido por la Academia Sueca en Estocolmo.
Narradora del desamparo y voz de las minorías alemanas en los países del centro de Europa, Müller se convirtió en la duodécima mujer en recibir el Nobel de Literatura, dos años después de Doris Lessing y cinco más que la anterior premiada en lengua alemana, la austriaca Elfriede Jelinek.
Descrita como una "cronista del día a día durante la dictadura", Herta Müller sufrió el miedo durante su infancia en Rumania y dejó un impresionante testimonio de aquellos años en sus obras, impregnadas de los dolorosos recuerdos del sombrío régimen de Ceaucescu.
Desde comienzos de los 90 y con la traducción de sus obras a más de 20 idiomas, Müller se consolidó como una de las autoras más importantes del panorama literario internacional.
La escritora, que vive en Berlín desde 1987, nació en Nytzkydorf (Rumania) en 1953 en una familia de la minoría alemana. Muchos alemanes residentes en territorio rumano fueron deportados a la Unión Soviética, como le ocurrió a la madre de Müller, que pasó cinco años en un campo de trabajo en la actual Ucrania.
Müller se merece "de sobra" el Premio Nobel de Literatura por su "excelente prosa, que se alimenta de una experiencia personal y habla de represión, miedos, pero también de un valor increíble", afirmó la canciller alemana, Angela Merkel.
"Justo ahora, 20 años después de la caída del Muro de Berlín, es una señal estupenda que esa literatura tan valiosa y esa experiencia de vida sean galardonadas con un Nobel".
El primer encontronazo de Müller con el gobierno de su país natal llegó en 1979, cuando fue despedida de su trabajo como traductora en una fábrica por negarse a colaborar con la Securitate, el servicio secreto de la Rumania comunista, que siguió acosándola a partir de entonces.
Su primer libro, "En tierras bajas" (que está editado por Siruela en la Argentina) también fue motivo de conflicto: el manuscrito reposó durante cuatro años en la editorial antes de poder publicarse censurado, en 1982. Tanto en este libro como en el posterior "Druckender Tango", Müller retrata la vida en un pequeño pueblo germanohablante y la corrupción, la intolerancia y la opresión que en él encuentra. Eso le valió la crítica de la prensa rumana, todo lo contrario de lo que ocurrió en Alemania, donde Niederungen recibió en 1984 el premio Aspekte, al mejor debut en lengua alemana del año.
Tres años más tarde, Müller emigró a Alemania con su esposo, el escritor Richard Wagner, y allí ha seguido desarrollando su carrera, con novelas como "La piel del zorro" y "La bestia del corazón", donde relata, en forma detallista, la vida cotidiana en una dictadura estancada.
Con la llegada del nuevo milenio publicó el libro de ensayos "El rey se inclina y mata" (2003) y dos años después salió a la venta "Die blassen Herren mit den Mokkatassen", donde realiza un collage de texto e imágenes.
La escritora ya ha recibido numerosas distinciones, entre ellas los premios Kleist y Joseph-Breitbach, el premio Wurth de Literatura Europea y en 2006 el premio de Literatura Walter-Hasenclever. Ha desarrollado también una carrera docente como profesora invitada en varias universidades. (AP/DPA/Télam)