TEHERÁN (AFP, AP y DPA).- Irán, presionado por las grandes potencias para que aclare la existencia de una segunda planta de enriquecimiento de uranio, aseguró que esa instalación será puesta bajo supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), con la que fijará una fecha para una visita de inspección.
Al mismo tiempo, Irán anunció que hará hoy pruebas con misiles para "mejorar" su "capacidad de disuasión".
Este anuncio, hecho por los Guardianes de la Revolución, aumenta la tensión entre el régimen y la comunidad internacional.
La revelación el viernes de la existencia de esas instalaciones, situadas a un centenar de kilómetros de Teherán, acentuó la presión internacional sobre Irán, amenazado con nuevas sanciones a causa de su controvertido programa nuclear, a pocos días de una reunión el 1 de octubre con las seis grandes potencias mundiales.
"La nueva instalación estará bajo la supervisión de la AIEA. Vamos a enriquecer uranio a un máximo de 5%", declaró Salehi, jefe de la Organización Iraní de Energías Atómica (OIEA), desmintiendo cualquier naturaleza "militar" de la planta, que viene a añadirse a la de Natanz (centro) y comenzará a funcionar "aproximadamente dentro de dos años".
"Si la instalación fuese de naturaleza militar ¿cómo explicar que estará bajo supervisión de la AIEA?", preguntó en ese sentido. Poco antes, Salehi había afirmado que Irán fijaría con la AIEA una fecha para la visita de inspectores a su nueva planta de enriquecimiento de uranio.
"El presidente Ahmadinejad afirmó que no teníamos problemas para una inspección de conformidad con las reglas. Discutiremos con la Agencia y la fecha de la inspección será anunciada ulteriormente, después de que lleguemos a un acuerdo", aseguró. Salehi precisó además que la planta "se encuentra en la carretera entre Teherán y Qom", a unos 100 kilómetros de la capital iraní, e indicó que posteriormente "se darán más detalles".
El jefe de la oficina del guía supremo, el ayatollah Mohammad Mohammadi Golpayegani, había declarado antes que el nuevo complejo, que aún se encuentra en construcción, estará en condiciones de funcionar "próximamente".
Ahmadinejad afirmó que la nueva instalación es "perfectamente legal", mientras que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña instaron a Irán a dar a conocer todas sus actividades nucleares bajo la amenaza de sanciones.