PITTSBURGH.- Los presidentes de México, Argentina y España se reunieron ayer en Nueva York para acordar posiciones de cara a la cumbre del G20 en Pittsburgh a la que acudirán hoy, con el mensaje de no bajar la guardia pese a los indicios de que el mundo se empieza a recuperar de la crisis.
En un encuentro celebrado al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas, los mandatarios coincidieron en la "necesidad" de impulsar durante la cumbre la recapitalización del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como "institución líder en créditos para programas de desarrollo en la región latinoamericana y el Caribe", según un comunicado oficial de la presidencia mexicana.
Junto al presidente mexicano, Felipe Calderón, y la argentina, Cristina Fernández de Kirchner, Zapatero acordó que se va a seguir presionando para adoptar medidas contra los paraísos fiscales, que España considera un "paso decisivo" en los esfuerzos para buscar un nuevo orden financiero internacional más sólido, agregaron fuentes de la delegación ibérica.
En general, indicaron las fuentes, los mandatarios coincidieron en que si bien la situación actual es más "desahogada" que en la cumbre previa del G20 en Londres y que ya se está llegando al final de la crisis, no se debe bajar la guardia aún.
Aunque no se tema ya un "crack" financiero mundial, se debe seguir apostando por la "regulación" de los organismos financieros internacionales, insistieron.
Con la vista también puesta en Copenhague, los mandatarios también resaltaron la "importancia" de impulsar medidas para enfrentar el cambio climático, así como en que "el financiamiento es uno de los principales temas para alcanzar un consenso" en la cita de diciembre.
España acude a la cumbre del G20 en la ciudad estadounidense de Pittsburgh como invitada, mientras que México y Argentina lo hacen en calidad de representantes latinoamericanos de los países emergentes junto con Brasil, cuyo presidente, Luiz Inacio Lula da Silva, no participó en la reunión matutina de este jueves en Nueva York.
El jueves, sin embargo, durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Lula ya perfiló la postura de su país en el encuentro de los líderes mundiales de la economía que arrancará este jueves en Pittsburgh con una cena de trabajo auspiciada por el anfitrión de la cita, el presidente estadounidense Barack Obama. (DPA)