La noticia de la muerte de Ramiro Musotto, unos días atrás, la tomó por sorpresa: "Yo sabía que venía enfermo pero nunca pensé en la posibilidad de su fallecimiento. Está en el hospital y sale de ésta, pensaba. Recuerdo a Ramiro como un hombre grande y fuerte. Siempre estaba en hacer, en generar. Era un conocedor, amante de la música cubana. Nos veíamos en Río, con su mujer y sus hijos, y nos íbamos a hacer tertulia en su casa y cantaba canciones de Silvio (Rodríguez), se las sabía todas. Y nosotros cantando Charly García, Spinetta. A la vez me hacía conocer la cultura brasileña que asumió como parte de su vida. Muchos amigos brasileños me han escrito sintiendo que han perdido un músico del Brasil. Eso tiene un mérito muy grande. Era una persona del mundo. Donde quiera que iba, iba a ser semilla, como lo fue también en Cuba porque los compañeros que escucharon sus trabajos quedaron fascinados y son fanáticos de Ramiro. Hasta tuvimos pensando que viajara a la isla".

Al recordarlo cuenta que "fue útil a mucha gente y para mí fue un lujo enorme trabajar con él, me divertí mucho y recuerdo con alegría esos encuentros. Desgraciadamente la vida es así y esa es la parte que todos veremos en algún momento. Lo único que deseo es que le haya sido leve todo. El día que falleció, 11 de este mes, tuve un concierto y se lo dediqué. Qué mejor que homenajearlo con música, lo que siempre amó. Tengo una tristeza grande pero queda un Ramiro Musotto para siempre, para la historia. Y eso nadie lo puede borrar". (E. R.)