WASHINGTON (AP).- El plan rediseñado del gobierno de Estados Unidos para un escudo europeo antimisiles forma parte de una amplia estrategia nueva encaminada a presionar a Irán.
El plan ha molestado a algunos aliados leales debido a que aparentemente es una cesión ante Rusia. No obstante, si la nueva estrategia da buen resultado, utilizando defensas más diversas y mayores ventajas diplomáticas, podría proporcionar protección contra Irán no sólo a Europa, sino también a Israel y a los estados árabes en el Golfo Pérsico que temen que los iraníes estén buscando desarrollar misiles balísticos y armas nucleares.
Con tropas estadounidenses ya estacionadas en los flancos este y oeste de Irán -en Irak y Afganistán- la adición de armas antimisiles a bordo de barcos de guerra de Estados Unidos en la región incrementaría el aislamiento militar iraní. Y la esperanza es que ello disminuya el sentido de urgencia de Israel para actuar militarmente contra Teherán.
En el frente diplomático, Obama espera que Rusia encontrará más razones para aliarse a los esfuerzos de EE. UU. con el fin de evitar que Irán construya una bomba nuclear, ahora que Washington ha abandonado el escudo anti-misiles en Europa que el Kremlin veía como una amenaza a su propia seguridad.
En Moscú, el primer ministro ruso Vladimir Putin calificó la medida de Obama como "una decisión correcta y valiente´´.
Rusia se opone públicamente a cualquier esfuerzo iraní para desarrollar armas nucleares, pero también está en contra de nuevas sanciones a Teherán. Se espera que las ambiciones nucleares de Irán sean un punto central en la asamblea de ONU en Nueva York.