| Las prioridades estratégicas de Estados Unidos y los esfuerzos para reactivar su economía golpeada por la crisis podrían conducir a una menor implicación de la administración Obama en América Latina, estimó el IISS. "Es inevitable que algunas regiones reciban una atención más retórica que práctica. Podría ser el caso de América Latina y de África, donde EE.UU. evitará comprometerse demasiado sin una razón particularmente fuerte", escribió el prestigioso centro de análisis político-militares. Ante la eventualidad de una menor implicación estadounidense, el IISS aboga por que las regiones establezcan "normas de contención y de resolución de conflictos más fáciles de hacer cumplir regionalmente". El IISS destaca sin embargo los esfuerzos realizados por el presidente Barack Obama desde su llegada a la Casa Blanca en enero pasado para "reparar las relaciones" tras los dos mandatos de George W. Bush, durante los cuales muchas capitales latinoamericanas se sintieron ignoradas. Desde que asumió el cargo, Obama viajó a México y a la Cumbre de las Américas en Trinidad, prometió una nueva política migratoria y abolió las restricciones a los viajes y al envío de remesas a Cuba. Contrariamente a su antecesor, defensor del "unilateralismo", el IISS señala que Obama parece dispuesto a admitir que es más una "potencia indispensable que hegemónica" en el subcontinente. Según el director del IISS, este cambio de estilo quedó ilustrado en la crisis hondureña, donde "la reacción inicial de la administración Obama fue hasta cierto punto encajar en una reacción regional más amplia", explicó el director del IISS, John Chipman. Sin embargo, estima que "las preocupaciones estratégicas más acuciantes de Estados Unidos en otros lugares y las limitaciones políticas y económicas impuestas por la crisis mundial podrían frenar su nuevo compromiso con América Latina". | |