NEUQUÉN (AN).- El gobierno provincial viene financiando pequeños emprendimientos de innovación tecnológica, con los que apuesta a conseguir una puesta en marcha del tantas veces mentado recambio de la matriz productiva.
A principios de año se aprobó una ley en la Legislatura por la cual la provincia destina el 1 por ciento de lo que recauda por impuestos provinciales, un fondo que sumado al que distribuye nación, a través del Cofecyt, destinará 11 millones de pesos al respaldo de, entre otros sectores, "mini innovadores".
Se trata de líneas de respaldo técnico y financiero, que vinculando a los sectores cientÌfico-tÈcnicos con los productivos, son destinadas a la realización de un proyecto de innovación tecnológico con incidencia en una cadena productiva.
Dentro de la nómina de los que ya fueron respaldados, hay desde pequeños fabricantes de cosechadoras de fruta fina que ahora tramitan la patente de su "invento", hasta programas de investigación genética destinados a mejorar la calidad de fibras de ganado caprino para el sector textil.
En total se financiaron cerca de 26 emprendimientos de este tipo el último año. Y todos ellos sortearon una auditoría previa, para acceder al aporte. Hacen foco en soluciones para el sector agrícola y turístico.
El subsecretario del Consejo de Planificación y Acción para el Desarrollo (Copade) Claudio Garretón, organismo que ejecuta el programa señaló que se trata de líneas de ayuda para "pequeños proyectos" a los que la provincia, en el contexto de su plan productivo, incentiva para conseguir "un paulatino recambio de la matriz productiva" ahora atada fuertemente a la producción hidrocarburífera.
Garretón dio detalles de las características que podría tener, en este contexto, la posibilidad de conformar un polo tecnológico en Cutral Co y Plaza Huincul, que según dijo, podría apuntar a la construcción de molinos de viento para energía eólica (ver aparte).
El plan de innovación tuvo un primer paso el año pasado, cuando fueron convocados organismos tales como el INTI, INTA, Invap, el Instituto Balseiro, Ensi, la Universidad Nacional del Comahue (UNC), entre otros, junto a cerca de 150 empresarios y productores. De esa reunión surgió la idea de una ley, la 2634, ya aprobada, y que generó el fondo para la ciencia y la tecnología de la producción local.
"No podemos pensar un desarrollo sin conocimiento. La perspectiva del recambio productivo tiene que estar vinculada al conocimientos aplicado inteligentemente, en el marco de una política de Estado", dijo.