La lluvia complicó todos los planes y Juan Martín Del Potro jugará el mañana una de las semifinales del Abierto de los Estados Unidos. Los paraguas se vendieron como pan caliente en Flushing Meadows y después de varios amagues, los organizadores dijeron basta y pasaron los tres partidos más importantes para hoy.
Delpo espera al ganador de Rafael Nadal y Fernando González, que empezaron a jugar el jueves a la noche, pararon tres veces y ayer estuvieron a punto de volver a la cancha otras tres. El español esta arriba 7-6 y 6-6.
Pero además se deben jugar las semifinales de las chicas: la estadounidense Serena Williams contra la belga Kim Clijsters y la danesa Caroline Wozniacki ante la belga Yanina Wickmayer.
Ante este panorama, todo cambió, porque mañana se disputarán la final femenina y las semis masculinas, mientras que el lunes será la final de varones. En 2008 también se "corrió" un día y Roger Federer le dio una lección a Andy Murray.
En esta edición, el que sueña con estar en el último partido es el gigante de 1,98 metros nacido en Tandil. "Da igual quien me toca", dijo Del Potro sobre si tenía preferencias de rival.
"Todos saben de la clase de Rafa. Este es el único grande que le falta y le tiene muchas ganas. Fernando tiene un juego que me molesta y es un jugador que no se achica por nada y tiene personalidad", agregó.
El respeto que Delpo guarda por los hombres que ocupan los primeros cuatro lugares del ranking es casi que reverencial. "Están en otra galaxia", afirmó con timidez.
Lo cierto es que la "Torre de Tandil" está más cerca de situarse en la órbita de los Federer y Nadal. Desde que hizo su gran despegue en el verano del hemisferio norte el año pasado, ha superado prueba tras prueba.
Luego que Federer le propinó una paliza en los cuartos de final del Abierto de Australia en enero pasado, Del Potro le plantó cara en Roland Garros en cinco sets.
"Aprendí mucho de ese partido. Estuve muy cerca de vencerlo en mi primera semi en un grande. Ahora tengo una segunda oportunidad y estoy más relajado. Todavía tengo que aprender, pero quiero ser uno de los mejores en el futuro", avisó en pleno descanso en Nueva York.