La Comisión Europea mostró hoy su apoyo en principio al proyecto de digitalización de libros emprendido por Google (Google Books), aunque matizó que es necesario que la UE cuente con una legislación clara que sea "totalmente" respetuosa con los derechos de autor.
Responsables de Google explican hoy y este martes a la Comisión Europea detalles del proyecto Google Books, así como del acuerdo entre la asociación de editores estadounidenses y el motor de búsqueda. Algunas instituciones culturales de prestigio, como la Biblioteca Nacional de Francia o las bibliotecas de la Universidad Complutense de Madrid y la de Cataluña, se han sumado al proyecto de Google Books, que busca la difusión de libros gratuitos en Internet.
En total, más de 10.000 editores y autores de más de 100 países se han unido al programa de la empresa californiana. En un comunicado conjunto emitido hoy por la comisaria de Sociedad de la Información de la UE, Viviane Reding, y el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, ambos funcionarios muestran su apoyo al proceso de digitalización de libros de Google y subrayan que si la UE se toma demasiado tiempo en reaccionar y pierde el "tren de la digitalización", "la cultura europea sufrirá en el futuro".
Europa cuenta desde 2008 con una biblioteca virtual denominada Europeana (www.europeana,eu) que cuenta hasta la fecha con 4,6 millones de documentos. Ambos comisarios se expresaron a favor de los acuerdos entre el sector público y privado para llevar adelante ese proceso de escaneado y digitalización de las obras literarias pero siempre desde el respeto total a las leyes de propiedad intelectual, lo que debería suponer -insistieron- una "remuneración que sea justa para los autores".
"Es tiempo de reconocer que los acuerdos entre los organismos privados y públicos pueden combinar el potencial de las nuevas tecnologías y las inversiones privadas con las ricas colecciones de instituciones públicas construidas durante siglos", argumentan Reding y McCrevy.
Es preciso -comentaron los comisarios- encontrar una "solución europea" en este tema, que permita que todos los ciudadanos de la UE que tengan conexión a Internet puedan acceder a millones de libros que hoy en día están apilados en las estanterías de las bibliotecas.
En ese sentido es preciso, comentaron, crear un marco regulador que despeje el camino para una difusión mayor de este tipo de servicios, el cual pueda ser parecido al que se ha alcanzado en Estados Unidos, comentaron.
El principal escollo legal para este megaproyecto radica en el respeto a los derechos de autor y en los efectos que podría suponer colgar -en su integridad- las obras literarias en la red de redes. La visita de los expertos de Google a la Comisión Europea esta semana tiene como trasfondo el combate abierto en Estados Unidos entre la sociedad de autores estadounidense y el gigante de los motores de búsqueda de Internet, un asunto polémico en el que Bruselas no piensa entrar, según fuentes de la Comisión Europea.
Se trata de "dos jornadas explicativas" que Bruselas ha calificado de "sesiones informativas", en las que espera recibir de los responsables de Google informaciones detalladas sobre el impacto del megaproyecto de digitalización sobre los derechos de autor.
Google tiene ante sí el reto de poner "negro sobre blanco", con claridad meridiana, detalles sobre el acuerdo que firmó en 2008 con la Asociación de Editores y el Sindicato de Escritores de Estados Unidos. Mediante ese acuerdo, Google abonará cerca de 125 millones de dólares (en torno a 110 millones de euros) para saldar las posibles vulneraciones de los derechos de autor que la empresa de Mountain View, California, hubiese podido cometer hasta la fecha en el proceso de escaneado y digitalización de millones de obras.
El acuerdo -destinado a apaciguar las iras de los editores- les proporcionará jugosas ganancias. Nada menos que un 63 por ciento de los beneficios que se generen por la venta de los "libros digitales". Google, por su parte, ganaría el 37 por ciento de esas ventas, según el acuerdo.
DPA