Inexplicable: la Justicia del Chubut desdeñó durante años el testimonio de un hombre que relató cómo pudo haber ocurrido el asesinato del periodista Ricardo Gangeme, en mayo del ´99.
Las abundantes precisiones incluían la revelación de que fue contratado un sicario desde Buenos Aires para ejecutar al editor periodístico. Y que hubo un policía que marcó a Gangeme ante el asesino (que el periodista conocía, de otro modo no le hubiera abierto la ventanilla cuando estacionaba). Dijo que al sicario le habían puesto un hábil chofer en una F-100 para llevarlo al objetivo, huir sin contratiempos y ocultarlo en una chacra.
Los detalles, contados poco tiempo después del crimen a LU 20 Radio Chubut, permiten inferir que el relator era un sujeto que integraba el riñón mismo del grupo criminal. Su confesión fue hecha cuando aún estaban presos los acusados de instigar y matar a Gangeme, que terminaron absueltos en juicio oral. Los nombres que dio coincidían con los de los entonces imputados, aunque diferían sobre quién desempeñó el papel de asesino.
Pese al testimonio que se animó a hacer público, el testigo nunca fue llamado a declarar a la Justicia. Aun cuando su voz había sido distorsionada en la emisión para preservar su identidad, el personaje podría haber sido localizado con una dedicada investigación, teniendo en cuenta que dejó pistas y estuvo en contacto con periodistas locales (incluso nacionales, según se supo). El análisis de la cinta de audio y la declaración del testigo hubieran permitido constatar la verosimilitud del relato con los hechos, y determinar en definitiva si se trataba de un personaje clave o un fabulador.
Llamativamente también, ninguno de los mencionados -entre ellos el ex acusado Daniel Vitti- querelló al relator.
"Río Negro" accedió a la transcripción de la cinta. A diez años del suceso aún impune y a ocho años de este relato desestimado, pueden advertirse algunas coincidencias con las declaraciones hechas en mayo de este año por el testigo José Luis Vera y con descripciones de la época realizadas por otros testigos en el escenario del crimen.
Según su narración, la planificación y ejecución del director de "El Informador Chubutense" fue una meticulosa tarea que demandó semanas y un trabajo de inteligencia de no menos de siete sujetos bien sincronizados.
El hombre que habló por radio aquella vez ante el periodista Carlos Di Filippo (y que no dio su identidad) dijo mucho: el nombre del presunto organizador del asesinato -habló de Daniel Vitti-, el de su chofer de extrema confianza -Gustavo "Richard" Smith, y el del supuesto dueño del arma -Alejandro Zabala-. No da el nombre del sicario, pero sí algunas pistas. Habla de un tercer acompañante en el vehículo que llevaba al asesino: no dice quién es pero parece obvio que se trata del mismo relator.
Vitti, Smith y Zabala fueron precisamente las personas que en ese momento estaban presas a la espera de un juicio oral que terminaría beneficiándolos "por falta de pruebas". Veamos quién era quien:
* Daniel Vitti era por esa época consejero de la Cooperativa de Electricidad de Trelew. Se lo conocía como uno de los principales punteros del hoy gobernador Mario Das Neves. Vitti fue quien le dijo a Héctor González, amigo de Gangeme, que "le iba a pedir dinero al del frente para hacerle pegar un tiro a tu amigo", señalando a Gangeme. Esto se lo confesó González a un tercero y lo ratificó ante la Justicia. González interpretó que "el del frente" era el empresario Héctor Fernandes.
* "Richard" Smith trabajaba con Vitti. Según el relator, "le cuidaba y trabajaba en la chacra de Vitti", incluso en ocasión de las elecciones de la Cooperativa, "llevando gente a votar en la camioneta". Era, en definitiva, su hombre de mayor confianza, a tal punto que circulaba con los vehículos de su patrón, entre ellos un Alfa Romeo rojo.
* Alejandro Zabala. Se lo señaló como el dueño del revolver Smith & Wesson calibre 38 con el que mataron al periodista.
Hay que recordar que Vitti, Smith y Zabala fueron absueltos por la Cámara I del Crimen y no podrán ser juzgados nuevamente por el delito que le imputaron: homicidio agravado.
Un relato con pelos y señales
Hubo un "plan A", que no funcionó. La noche del 12 de mayo de 1999, siguieron el auto que manejaba Gangeme por 20 kilómetros, hasta Rawson. Esperaron a que terminara el asado en una mutual que regenteaba su amigo Alfredo Di Filippo y, al salir, debían interceptarlo en el puente a la llegada a Trelew. Para matarlo. Demasiados vehículos transitando: imposible.
En un santiamén se activó "el plan B": esperar a Gangeme en el edificio de calle Mitre donde vivía, pleno centro de Trelew, frente a la plaza principal y el centro neurálgico de la Policía. A la 1.28 pudieron ultimarlo.
"A Gangeme lo siguieron hasta Rawson por órdenes de Daniel Vitti", asegura el testigo. Cuenta el frustrado intento de interceptarlo cuando volvía a Trelew, en un lugar de chacras donde sería más fácil escapar y menos riesgoso: "Muchos autos circulando... entonces decidieron que lo esperarían en el edificio donde vivía. Y bueno, él (Gangeme) pasó por la confitería y ahí les dio tiempo a que... eehh... ellos se organizaran y llamaron por teléfono, porque se comunicaban por medio de celulares".
Cuando el periodista le preguntó por los participantes, el relator puso énfasis en quitarle el rol de ejecutor a Smith (al parecer, se trataría de un familiar suyo). "Hizo de chofer. Él era muy buen conductor. Si llegaba a pasar algo malo o había que disparar... iba a ser muy difícil que lo atraparan ahí en el centro".
Y en ese momento es cuando habla del sicario:
"Estuvo en la chacra (de Vitti) dos o tres días. En el galpón que tenía Daniel. Estuvo fondeado ahí. Incluso nadie le vio la cara al hombre... hasta la comida le llevaba Vitti, no dejaba que nadie hablara con él. Vino, hizo el trabajo y se fue. Según dicen vino de Buenos Aires. Richard lo sacó para Comodoro (en el km 8, precisa) por orden de Vitti a las tres, cuatro de la mañana".
El periodista le pide al hombre que reconstruya el crimen.
Relata entonces que "cuando llamaron por teléfono avisando de que no lo habían podido apurar (a Gangeme en el puente), que había muchos autos, dijeron que no se hagan problemas, que siguieran nomás siguiéndolo y que le avisaran dónde iba. Cuando ellos le avisaron que iba a la confitería, ahí les dio tiempo a que Richard fuera a la Escuela 5 y lo dejara a... al asesino".
En realidad, Gangeme no volvía solo de Rawson. Lo acompañaba el fotógrafo Daniel Morales. Todo indica que el editor se da cuenta de que lo siguen, acelera y los pierde de vista.
Efectivamente, luego pasa por la confitería "Exedra". Esa era su rutina: el cafecito con amigos antes de dormir. Esa madrugada lo apuró: debía levantarse temprano para cerrar su periódico.
La Escuela 5, a la que se refiere el relator, es uno de los primeros establecimientos educativos de Trelew. Está a pasos del edificio donde vivía Gangeme.
"Al asesino lo dejan en la Escuela 5, y Richard sale por la 28 de Julio ¿o la Julio Roca? (ambas calles se continúan: se refiere a Julio Roca). Y lo esperan en la Belgrano y pasaje Mendoza, donde está la casa de cueros, más o menos".
Cuenta luego un aspecto importante. En el lugar donde estacionaría Gangeme, un policía estaba esperando al sicario. Así, "Richard" deja al asesino y junto al policía "esperan a Gangeme en la escuela".
Pregunta el periodista: -¿Quiere decir que entonces cuando Gangeme abre el vidrio, porque todos se prenguntan cómo es que abrió el vidrio, quiere decir que..?
-...¡porque al policía lo conocía. La persona que estaba esperando en la Escuela 5 que estaba haciendo guardia, era conocido de Gangeme. Si no, no le hubiera abierto nunca. Gangeme andaba armado y aparte había tenido amenazas últimamente (se refiere a una amenaza de muerte del empresario Héctor Fernández en la calle, que éste negó ante "Río Negro"). (...) Y ahí cuando Gangeme le abrió el vidrio, bueno ahí lo ejecutaron. Y el hombre este salió por el pasaje (Mendoza) hacia donde estaba Richard (son dos cuadras). Ahí agarraron hasta la 25 de Mayo por Fontana. En Fontana bajaron donde está Zodíaco, la estación de servicio. De ahí agarraron por Soberanía Nacional, hasta la zona de chacras, para la chacra de Vitti, que queda en la 25 de Mayo al fondo. ¡Y bueno! Cuando llegaron, Richard lo dejó en la chacra y volvió donde estaba Vitti. Y Vitti le preguntó si ya estaba hecho... sí, ya estaba todo. Así que Vitti salió con... con Curiqueo. Le dijeron: bueno, andate a la chacra y guardá la camioneta, y nos vemos mañana".
El enigmático policía
Conviene volver sobre el policía que acompañó al sicario aquella madrugada.
El único policía que había sido visto cerca de la escena del crimen es Juan Grenillón. Lo observaron corriendo por calle 28 de Julio rumbo al hospital. Lo publicó "El Informador Chubutense" en diciembre de 1999 sobre la base del relato de testigos y policías de un patrullero. Pero también lo señala ante la Justicia como posible ejecutor el testigo José Luis Vera.
Vera lo ve en extraña actitud escasos minutos antes del disparo con campera roja, cuando frenó con su auto en el semáforo de Mitre y San Martín.
Cuando este diario habló con Grenillón, éste admitió que estuvo en el hospital (casi en la escena del crimen), pero más de una hora antes del asesinato.
Grenillón ha sido productor durante años de programas en tevé y la radio de Héctor Fernandes, el empresario señalado por Vera como ideólogo del asesinato de Gangeme, cosa que Fernandes negó a "Río Negro". Y Grenillón es amigo de Hugo Vidal, periodista incondicional de Fernandes y también de los suboficiales Gajardo y Salomón, acusados de haber intimidado a testigos de la causa.
Fuentes de la investigación señalan que Grenillón conocía a Gangeme y la hipótesis es que el periodista -desconfiado por naturaleza- bajó la ventanilla del auto sólo a alguien que conocía.
"Fondear" al sicario
Sigamos con el relato del privilegiado testigo.
- ...(al sicario) lo fondearon de vuelta en la chacra de Vitti, en el galpón. (...) Luego Richard se volvió hacia el centro a buscar a Vitti. Al otro día, Vitti, a la madrugada, a las tres cuatro de la mañana, le avisa a Richard que había que sacarlo (a Comodoro). Que no hablara con él, no hiciera preguntas. Richard lo lleva en el Alfa Romeo rojo de Vitti. (...) lo dejó en el km. 8... y el tipo le dijo "dejame acá", eso fue todo lo que dijo, y Richard pegó la vuelta (...) Y cuando llegó Vitti le preguntó qué había pasado. ¡Nooo, está todo bien!; ¿lo dejaste allá? Sí, lo dejé allá. Dice: "bueno listo, andá a dormir nomás".
- ¿Smith iba sólo cuando hizo el viaje este?
- No, iba otra persona más.
- Que no querés revelar...
- ¡No, no!
Añade que el sicario no podía permitirse esperar tras el primer intento frustrado. Quería "cobrar e irse enseguida. Creo que fue la única persona que vio plata".
- ¿Cuándo te enterás del asesinato?
- Yo sabía antes de que se produjera el asesinato, porque en una oportunidad Vitti me ofreció hacer un trabajo así y me dijo que había buena plata y que no me haga problema, que iba a salir todo bien. Y yo no accedí porque me parecía que ya no era algo de ir y apurar o quemar un auto o hacerle pegar un cagazo, ¿no?
Luego especifica que otras personas -Jara, Echauri y Soto- (que estuvieron presas y fueron liberadas) tuvieron una participación "secundaria". "Los contrató Vitti para hacer el seguimiento, y que lo tuvieran al tanto de los movimientos de Gangeme. Añadió que "tenían autos para movilizarse". Habla de un Ford Taunus amarillo, una cupé Sierra azul y un R19 rojo. Hacía semanas que venían siguiendo al periodista.
Da otras precisiones:
* Dice que el testigo de identidad reservada "El turco" Castillo "sabía que algo grande iba a pasar esa noche en Trelew".
* Que el arma usada para matar a Gangeme -la Smith & Wesson calibre 38- se la pidieron a Zabala y luego "Richard fue a devolvérsela", pero Zabala no estaba y se la dejó a su mujer. Y "por lo que se dice, esa arma fue cambiada por Antón cuando hicieron el allanamiento".
Al final de la entrevista, el periodista le pregunta: ¿estás dispuesto a contar esto a la Justicia?
- "Ehh, bueno... es una pregunta medio difícil, no? No sé si podría dar la cara en el juicio o salir como testigo porque, como está la Justicia... El Turco Castillo salió de identidad reservada y la misma policía lo delató y le pasó lo que le pasó; que lo apuraran, que se retractara. Aparte la Justicia acá no te da garantías. Nada, ¿eh? Ni a tu familia... la Justicia no te va a cuidar las espaldas si vos llegás a hablar.
ÍTALO PISANI
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