NEUQUÉN (AN).- Un joven estudiante perdió la falange de uno de sus dedos tras explotar el fulminante de la vaina de un proyectil antiaéreo que manipulaba durante un taller de soldadura. Se ignora cómo llegó hasta la escuela semejante elemento.
La víctima fue un estudiante de 17 años que cursa el tercer año en el colegio San José Obrero, ubicado en Primeros Pobladores y Linares de esta capital.
El hecho ocurrió durante el mediodía de ayer cuando concluía el taller de mecánica industrial donde el joven estaba trabajando con una soldadora autógena junto a un alumno de quinto año.
"Ni bien terminaron, Juan -el joven lesionado- fue al tacho de basura y sacó esta vaina; al asentarla sobre el yunque caliente, en el que había estado trabajando, explotó el fulminante y le ocasionó lesiones en su mano derecha", relató la vicedirectora del establecimiento Nora Manso.
De inmediato el alumno fue derivado a la Clínica Pasteur donde lo intervinieron quirúrgicamente. De acuerdo con la información brindada desde el colegio perdió la falange del dedo índice, y los médicos pudieron hacerle las curaciones necesarias en el dedo gordo y medio.
Al lugar acudió la policía y bomberos que registraron todo el taller para verificar que no existiera otro proyectil dentro del colegio. Concluida la labor el director de bomberos Jorge Serrano aclaró a los medios: "Se trata de la vaina de un proyectil antiaéreo de fabricación militar que no tenía, por suerte, ni ojiva ni pólvora. Lo que explotó fue el fulminante que entre otras cosas contiene pentrita que es un explosivo muy peligroso".
Este tipo de armamento es de uso exclusivo del Ejército por lo que los pesquisas tendrán que indagar cómo llegó el proyectil al establecimiento educativo. Los directivos de San José Obrero descartaron cualquier parentesco o relación del joven lesionado con miembros de alguna fuerza de seguridad nacional.
Una de las posibles hipótesis respecto al uso de la vaina es que "se utiliza mucho para hacer cabos de cuchillos, por lo que hace suponer que el chico quería hacer algún tipo de souvenir", comentó Serrano.
Desde el establecimiento aclararon que para realizar actividades extracurriculares los alumnos necesitan autorización de los profesores y en este caso, Juan no la tenía. La vaina fue retirada del colegio por los expertos de bomberos que se la llevaron bajo medidas de seguridad para practicarle las pericias del caso.
