Estimaciones bursátiles indican que este año habrá una abrupta caída de 9.500 millones de dólares a 6.000 millones de dólares en los ingresos fiscales por impuestos a las exportaciones de granos y derivados, lo que obligaría al gobierno a endurecer su política impositiva o al menos a mantenerla. De allí el veto anunciado para un artículo de la Ley de Emergencia Agropecuaria que originaría una fuga de fondos de las arcas del Estado.
Menos ventas.- Las exportaciones de materias y primas y manufacturas del agro bajarían, a su vez, en forma interanual, de unos 35.000 millones de dólares a 20.000, aunque las cifras privadas son estimativas mientras el gobierno las retacea.
Error.- Los bloques oficialistas del Congreso argumentaron haber aprobado el artículo que eliminaba las retenciones para los distritos afectados por la sequía por error, sin haber leído a fondo el texto.
Maniobras.- El ministro de Economía, Amado Boudou, justificó la decisión presidencial al advertir que el artículo vetado podría abrir la puerta a maniobras "extrañas" en el sector exportador. "Lo correcto desde la técnica y la realidad económica es que una zona que entra en desastre agropecuario (por sequía) tenga un tratamiento diferencial en materia de impuestos a la producción y no a la exportación. (El artículo vetado) podía prestarse a una maniobra extraña, como que por ejemplo se produzca en un lado y se exporte por otro", dijo.
Baja.- El campo reclama una reducción de la tasa de exportación de la soja de 35% a por lo menos 20% ó 15%. (AFP)