Los piqueteros que ayer cortaban las rutas en distintos puntos de Río Negro se sensibilizaron ayer con la figura que representa Ceferino Namuncurá y dieron vía libre al paso de la caravana que provenía de Pedro Luro con los restos del beato rumbo a San Ignacio, en Neuquén. En principio se había pensado que tendrían problemas, lo que finalmente no ocurrió.
La comitiva pasó la noche del miércoles en Fernández Oro, tras concretar una misa en Chimpay, y luego emprendió el trayecto acompañada de una discreta custodia policial aportada por la provincia de Neuquén.
"No tuvimos problemas porque los muchachos entendieron la situación y además saludaban el paso", contó Segundo Barrera, integrante de la caravana en representación de la Federación Gaucha de Río Negro.
Antes de ingresar a Junín hicieron también una pausa en Plottier y en la comarca petrolera. En Plaza Huincul, los pocos devotos que sabían del hecho, esperaron a la vera de la Ruta Nacional 22, al ingreso de la localidad.
Ayer, minutos después de las 10 de la mañana, un grupo de seguidores de Ceferino Namuncurá se apostaron frente al museo "Carmen Funes", y esperaron con banderas, pancartas y muy emocionados su llegada.
Al arribar el vehículo policial que lo escoltaba, fue Cirilo Namuncurá quien descendió y explicó que de manera ordenada podían tocar la urna donde están depositados los restos de Ceferino.
Hicieron una oración y luego, entre aplausos, los descendientes siguieron viaje hasta San Ignacio. (AV, ACC)