Prawer en Brasil es sinónimo de chocolate casero. Lidera la especialidad en el quinto país más poblado del mundo. La fábrica central tiene 2.500 metros cuadrados, con sucursales y franquicias en una decena de ciudades brasileñas y un museo temático. Se elaboran 150 líneas del producto. Desarrolló las marcas "Chocolates Prawer", "Montanhes" y "Gralate" (inspirada en la civilización maya).

En noviembre de 2007, Prawer comenzó contactos con firmas procesadoras de cacao de Brasil, Ghana y Ecuador. En 2008 fue a Lihnares (Espírito Santo) y se contactó con 650 haciendas de cacao. Compra en la productora Santa Rita que le permite certificar "chocolate de origen", pues los cacaoteros son de padrón genético ajustado, la cosecha es seleccionada y el tamaño, fermentación y secado son testeados. En Prawer finalmente se hace el control final con nuevas tecnologías.