ROCA (AR).- "Cuando me llamaron pensé que me estaban haciendo una joda. No lo podía creer hasta que vi a la policía", así de sorprendido se mostró ayer José Luis Bonilla, propietario del quiosco "Petete", cuando le avisaron que su local de calle Mendoza casi Tucumán había sido asaltado por segunda vez en dos días.
Fue pasadas las 15, cuando un sujeto ingresó a comprar una tarjeta telefónica y a la hora de pagar extrajo un arma de fuego. "Sólo teníamos cambio y unas tarjetas que nos había dejado el anterior ladrón", se lamentó Bonilla, quien aseguró que los delincuentes actúan a cara descubierta y se mueven con un grado de impunidad que resulta "llamativo".
"No se puede trabajar. Yo vivo de esto. Lo único que tenés que esperar es que te hagan el menor daño posible", se quejó el comerciante, quien tiene su local a sólo una cuadra de la Unidad Regional II de la Policía.
Tras el atraco, las autoridades de la Comisaría Tercera decidieron poner una custodia permanente en esa cuadra, donde se han concentrado buena parte de los asaltos de "motochorros" de las últimas semanas. El de ayer fue el tercer robo que sufrió el comerciante los dos últimos meses. Y ya había sufrido otro hace un año atrás.
Hace una semana, el dueño de un locutorio ubicado a 100 metros de ese quiosco, detuvo a un sujeto que había asaltado su negocio.