WASHINGTON.- Estados Unidos aumentó su presión sobre el régimen de facto de Honduras, al anunciar ayer que revocó las visas diplomáticas a cuatro de sus funcionarios y estudia retirarlas a otros más, mientras insistió en una salida negociada a la crisis.
La medida del gobierno de Barack Obama parece responder a lo que reclamó anoche el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quie pidió ayer más presión de la comunidad internacional contra el gobierno de facto de Roberto Micheletti para que acepte la restitución del presidente hondureño Manuel Zelaya.
"Si la presión sigue aumentando con medidas más drásticas al gobierno de facto en Honduras (...) va a estar mucho más compelido a sentarse a la mesa de nuevo y volver a hablar sobre la necesidad de llegar a un acuerdo que implica la restitución del presidente Zelaya", dijo Arias al llegar a Guanacaste, Costa Rica, para presidir una cumbre regional.
Arias, mediador en la crisis y quien propuso el denominado Acuerdo de San José como salida negociada, consideró que la decisión de Estados Unidos de eliminar las visas a varios funcionarios de gobierno de Micheletti "es una presión fuerte".
El mandatario costarricense, quien se reunirá el miércoles con sus colegas de Centroamérica, México y Colombia en la Cumbre de Tuxtla, dijo esperar que la ´Declaración de Guanacaste´ "contemple un apoyo bien fuerte a la necesidad de que el Acuerdo de San José" sea aceptado como salida a la crisis en Honduras. "Existe deseo de poner presión al gobierno de Micheletti para que acepte el Acuerdo de San José, y de igual manera al presidente Zelaya", comentó Arias, Premio Nobel de la Paz 1987 por su gestión en la pacificación de Centroamérica.
El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ian Kelly, señaló ayer que "Hemos revocado las visas (diplomáticas) a cuatro de las personas que las tenían". Las personas objeto de la sanción, a las que Kelly no identificó, son funcionarios que ocupaban sus cargos bajo el gobierno del depuesto presidente Manuel Zelaya, derrocado por un golpe de Estado el 28 de junio, y que siguieron en funciones bajo el régimen de facto de Roberto Micheletti. "Estamos revisando todas las visas tipo ´A´ (diplomáticas) de miembros del régimen de facto de Honduras, así como las visas de los familiares de estos individuos", precisó Kelly.
Momentos después, la vicecanciller del régimen de facto, Martha Lorena Alvarado, confirmó que uno de los sancionados fue el juez de la Corte Suprema Tomás Arita, uno de los que firmó la orden para que los militares allanaran la vivienda de Zelaya y lo capturaran.
"Tenemos una política de no reconocer el gobierno de Roberto Micheletti. Este es un paso que hemos tomado para ser consistentes con nuestra política", dijo Kelly, quien rehusó caracterizar la medida como un endurecimiento de Washington contra el régimen de facto.
En una primera reacción, Zelaya, quien había exigido a Estados Unidos mayor firmeza frente a Micheletti, celebró que Washington suspendiera "visas a miembros de esta élite golpista". (AFP/DPA)