"Se puede ligar el misterio de la vida al misterio del cosmos. Nosotros somos un misterio humano dentro de un misterio cósmico. Pero no sabemos nada", afirma Leoni, infatigable buscadora de respuestas. Cuando era pequeña, en el colegio sus profesores la describían así: "Fausta desea entender y entender sin dudas". Las inquietudes estuvieron siempre presentes en ella y se profundizaron por las vivencias que relata en sus libros como, por ejemplo, anticipar lo que va a decir la radio o la televisión, adivinar varias veces consecutivas qué numero saldrá en la ruleta y saber lo que le iban a tomar en el colegio, entre otras cosas experiencias misteriosas. "Todo lo raro que me ocurrió me llevó a tener una vida de búsqueda. Me pasaban cosas que si uno no las entiende se enloquece. La premonición es algo de un interés enorme porque si uno piensa que alguna persona puede soñar o sentir cosas futuras quiere decir que en otra dimensión el futuro ya ha sucedido. Eso cambia el sentido de la vida".
-¿Cuál es su idea acerca de la premonición?
-Una vez fui a ver a Emilio Servadio -padre del psicoanálisis y de la parapsicología en Italia- y le pregunté algo que yo sola había notado: ¿por qué todos los médium se habían golpeado la cabeza de chicos o de jóvenes? ¿Cómo era posible? Y, a nivel de hipótesis, me dijo una cosa interesentísima: "Puede ser que atrás del cerebelo nosotros tenemos un filtro que divide el tiempo en pasado, presente y futuro. Cuando uno se golpea, se rompe el filtro y uno abarca el fotograma a futuro". Eso para mí es asombroso porque si uno puede ver el futuro quiere decir que en otra dimensión ya ha sucedido.
-¿Cree en eso?
-Me conformo con una explicación que me ha dado un médium. Me dijo que el karma no se puede cambiar. Es como si el mío fuera la superficie de esta mesa, el tuyo la de la mesa de al lado y así sucesivamente. En esa superficie está sólo el punto del nacimiento y el de la muerte, pero adentro uno puede ponerle flores, vómito, lo que sea, desde lo más lindo hasta lo más feo. Esto es el libre albedrío y el karma.
-Como un segmento del que sólo se conocen sus extremos.
-Lo único que me convence y me interesa es que hay una evolución lentísima pero que existe. El ser humano es asqueroso y no me importa para nada. Como decía Sartre, el hombre verdadero todavía tiene que nacer. Pienso que el nivel de conciencia lentamente mejora porque hace dos mil años los leones se comían a los cristianos en el Coliseo y hace cincuenta años miles de personas fueron matadas en los campos de concentración, todas cosas que hoy me parece que no sucederían. A su vez, de viejos somos mucho más tolerantes y buenos que de jóvenes.
-¿Cuál es el sentido de la vida?
-Pienso que es la gota que tiene que volver a ser mar. El sentido es la evolución, mejorarse. Tenemos que morir un poco más maduros de cómo hemos nacido. Toda la vida trabajé contra el ego. Y creo que es mejor sentir porque con el pensamiento uno se equivoca. Pero al sentir constantemente uno se agota... y no duerme más.