| CATRIEL (ACA).- Mientras prácticamente no existió medida preventiva de la gripe "A" en lugares de asistencia masiva, sí se obligó a los vecinos a hacer cola soportando el frío en la vereda de bancos e incluso del edificio municipal. La ley de emergencia terminó en una pulseada política sin ponerse en vigencia nunca. A través de una resolución, la intendenta María Rosa Iémolo autorizó a partir de la cero hora del 18 de julio, la apertura de locales bailables, bares con actividades nocturnas, salas de juegos, cybers, salones de fiestas, templos, y gimnasios, sujeto a que dicha reapertura se dé de manera parcial, aunque por falta de recurso humano no hubo prácticamente control del cumplimiento de este requisito. Así los usuarios de los lugares de esparcimiento no tienen restricción de ingresos que se verifique realmente. No corrieron igual suerte quienes deben hacer trámites o compras en locales comerciales. Es que allí se sigue cumpliendo con la limitación del número de personas. Por ello, es ya parte del paisaje la larga cola de clientes en bancos y comercios, e incluso en el municipio, soportando las bajísimas temperaturas de la semana. En tanto en la Legislatura, el jueves volvieron a tratar la ley de emergencia que finalmente nunca se puso en práctica ya que fue vetada parcialmente por el Ejecutivo, atendiendo a los reclamos de algunos comerciantes de la noche.
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