SAN JOSÉ (AP).- El mediador en la crisis de Honduras, el presidente costarricense Oscar Arias, le propuso ayer a las partes restituir al depuesto presidente Manuel Zelaya en el poder, adelantar las elecciones un mes y amnistiar los delitos políticos.
El primer punto que presentó Arias a los delegados de Zelaya y del gobierno de facto de Roberto Micheletti, reunidos en su residencia de San José, fue la restitución del primero en el poder hasta que termine la legislatura, el 27 de enero, según la propuesta de siete puntos distribuida a la prensa.
También sugirió un "gobierno de unidad y reconciliación nacional" integrado por los principales partidos políticos y una "amnistía general" para los delitos políticos cometidos antes y después del 28 de junio.
A Zelaya y a su gobierno, Arias les exige la "renuncia expresa" de su pretensión de colocar una cuarta urna en las próximas elecciones, destinada a preguntar a los electores si están de acuerdo en reformar la Constitución, o a realizar cualquier consulta "no autorizada expresamente por la Constitución de la República de Honduras".
Arias también propone que se adelanten las elecciones del 29 de noviembre para el último domingo de octubre y se traslade el comando de las Fuerzas Armadas del Poder Ejecutivo al Tribunal Supremo Electoral, "un mes antes de las elecciones, para efectos de garantizar la transparencia y normalidad del sufragio".
Por último, propone la integración de una comisión de verificación compuesta por "hondureños notables y miembros de organismos internacionales", en especial por representantes de la Organización de Estados Americanos, que vigile el cumplimiento de estos acuerdos y el retorno al orden constitucional. Según la ministra de Comunicación del gobierno costarricense, Mayi Antillón, estas propuestas de Arias para solucionar la crisis que ya dura tres semanas, las ha formulado tras "escuchar a diferentes personas no sólo en Honduras sino en todo el mundo". "Se pueden añadir algunos puntos o desechar otros, pero el punto de partida número uno es la restitución del presidente Zelaya", sostuvo la ministra.
En un discurso titulado "Es posible alcanzar la reconciliación", Arias recordó a las partes litigantes que estos son "los siete acuerdos que piden más de siete millones de hondureños", y les recordó el "daño" que se le está haciendo "sin ayuda económica, sin comercio exterior, sin reconocimiento en los organismos internacionales". Antes del inicio del encuentro, Arias había recordado a los protagonistas de la crisis que la "comunidad internacional ha dado su respaldo unánime a esta mediación, esperando que el conflicto hondureño se resuelva por las vías diplomáticas y los caminos de la paz".
"Sin embargo, ese respaldo no cobijará a quien pretenda resolver este conflicto por medios violentos. La fuerza fue el origen de este problema y no será jamás su solución", advirtió Arias. Mientras se celebraba esta segunda ronda de negociaciones en San José, miles de seguidores de Zelaya, que contaron con la presencia de la esposa de éste, Xiomara Castro, seguían cortando carreteras y protestando en las calles este para pedir la vuelta del depuesto presidente.
En la ciudad de Colón, a 500 km al norte de la capital, en escaramuzas entre partidarios y detractores de Zelaya, se registraron varios heridos leves, informaron los medios locales.
En la noche del viernes, desde Managua, Zelaya presionó fuerte: "A las 12 de la noche (del sábado) vence el plazo para que el gobierno golpista cumpla con las resoluciones de la ONU y la OEA para que me restituyan al poder... si a esa hora no hay una resolución, damos por fracasadas las negociaciones´´, dijo. "El retorno es cuestión de horas", dijo su esposa Xiomara Castro.