Al poner un pie sobre la Luna en directo delante de centenas de millones de telespectadores boquiabiertos, Neil Armstrong se convirtió el 20 de julio de 1969 en el primer ser humano que pisó suelo extraterrestre.
Este hombre modesto, hoy de 78 años, se hizo héroe planetario instantáneamente, un ícono de la odisea del espacio.
Sus primeras palabras en lo sucesivo inmortales -"Es un pequeño paso para el hombre, un salto gigante para la humanidad"- figuran en los libros historia. Desde entonces ha hablado poco en público, evitando micrófonos y cámaras, y vive desde hace 30 años con su segunda esposa en una alejada granja de Ohio (norte).
Su legendaria frase fue objeto de debate por mucho tiempo. El registro de audio de la época, de poca calidad, da a entender que omitió un artículo antes de la palabra hombre ("a" man, en inglés). Armstrong afirmó siempre haber pronunciado una frase bien construida. Y, en 2006, un experto en informática australiano le dio la razón al recuperar la palabra que faltaba gracias a un sofisticado software. (AFP)