SEÚL (AFP).- Corea del Norte disparó siete misiles balísticos experimentales de corto alcance, similares a los que lanzó hace apenas dos días, en un aparente desafío a Estados Unidos coincidiendo con su fiesta nacional del 4 de julio.
Los siete lanzamientos experimentales se realizaron entre las 8 y las 17.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores surcoreano, los lanzamientos se realizaron desde las instalaciones de Kitsaeryong, en la costa este del país, hacia el mar de Japón, en una nueva escalada de tensión tras el ensayo nuclear de mayo.
Las autoridades surcoreanas indicaron que los cohetes eran misiles balísticos, en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíbe al régimen comunista todo ensayo nuclear o disparo de misil.
Según el Estado Mayor surcoreano, los misiles tenían un alcance de entre 400 y 500 kilómetros, pero no especificó de qué tipo eran. La agencia surcoreana Yonhap informó, citando un responsable gubernamental que pidió el anonimato, de que se trataba de misiles Scuds o Rodong-1, cuyo alcance máximo es de 1.300 kilómetros.
Estos nuevos ensayos están considerados los más provocadores dado que podrían potencialmente alcanzar la mayoría del territorio surcoreano y partes de Japón.
"Corea del Norte debería abstenerse de realizar acciones que agravan la tensión, y dedicarse a las conversaciones sobre desnuclearización y a cumplir sus compromisos de la declaración conjunta del 19 de setiembre de 2005", dijo el portavoz del departamento de Estado, Karl Duckworth, a la AFP.
"Una grave provocación"
"El ejército (surcoreano), en base a su fuerte alianza de defensa conjunta con Estados Unidos, está plenamente preparado para evitar cualquier amenaza o provocación del Norte", advirtió el Estado Mayor surcoreano en un comunicado.
La cancillería surcoreana calificó los ensayos de "actos de provocación (...) en clara violación" de las tres resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, incluida la última, del 12 de junio, que aumenta las sanciones contra Pyongyang en respuesta al ensayo nuclear del 25 de mayo.
Japón condenó "un acto grave de provocación", según dijo el portavoz del Gobierno, Takeo Kawamura, citado por la agencia Jiji Press.
Para Rusia y China la única solución es la reanudación de las negociaciones entre los seis países (Corea del Norte, Corea del Sur, Japón, Rusia, China y Estados Unidos) para intentar convencer a Corea del Norte de que renuncie a su programa nuclear, anunció el ministerio ruso de Relaciones Exteriores tras un encuentro ruso-chino.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, condenó los disparos efectuados por Corea del Norte, al tiempo que advirtió que se trataba de una "nueva provocación".
Francia también los condenó y llamó al país a no hacer más provocaciones.
En un punto límite
En los últimos meses ha aumentado la tensión entra la comunidad internacional y Corea del Norte, uno de los países más secretos y cerrados del mundo.
El momento más critico fue cuando el régimen comunista hizo el 25 de mayo su segundo ensayo nuclear desde el 2006. Pese a que la ONU aumentó las sanciones, Corea del Norte aseguró luego que seguiría con las pruebas.
Responsables estadounidenses y surcoreanos opinan que el líder Kim Jong-Il, de 67 años y sobre cuyo estado de salud se especula, trata con estas pruebas de aumentar su autoridad en un momento en el que prepara su sucesión, posiblemente para dejar el poder a su hijo menor, Kim Jong-Un.
Corea del Norte también lanzó misiles de largo alcance Taepodong-2 el 4 de julio de 2006.
Su último ensayo nuclear coincidió con la fiesta del Día del Recuerdo (Memorial Day) en Estados Unidos.
Ahora, la comunidad internacional teme en qué terminará este escenario planteado.