El gobierno nacional estudia declarar en las próximas horas la "emergencia sanitaria" en la ciudad y la provincia de Buenos Aires por la pandemia de gripe A (H1N1), que ya provocó al menos 28 muertes en la Argentina -con las dos que ocurrieron ayer en Santa Fe- y más de 1.500 personas infectadas.
Por otra parte, se especula con una inminente renuncia de la ministra de Salud de la Nación, Graciela Ocaña. Desde hace días se dice que la renuncia ya la tiene firmada, aunque la partida no fue oficializada.
Anoche, el gobierno de Santa Fe reportó dos muertes por gripe A en la provincia. La secretaria de Salud santafesina, Débora Ferrandini, indicó que los fallecidos son dos jóvenes adultos, uno de los cuales tenía una patología de base respiratoria.
Sólo Capital y Provincia
El ministro de Salud bonaerense, Claudio Zin, adelantó que el llamado Comité de Crisis por la enfermedad, que encabeza el jefe de gabinete, Sergio Massa, evaluará esta semana, posiblemente mañana, declarar la emergencia por la gripe. Fuentes gubernamentales aclararon que la emergencia se declararía, en principio, en la Capital y la provincia de Buenos Aires, los dos distritos más afectados por la influenza.
"La emergencia no significa que cerremos todo, la emergencia es un marco de referencia para poder disponer la compra de insumos por compra directa o disponer movilizar personal" como los médicos jubilados, explicó el funcionario.
Zin consideró que la declaración sería "un buen marco de referencia para tomar decisiones rápidas". "El decreto (de emergencia) permite, como funcionario, actuar de un modo mucho más rápido. Es más fácil trabajar bajo la referencia de una emergencia porque permite tomar decisiones rápidas", insistió Zin".