TEHERÁN (AFP).- Mir Hossein Mousavi, el candidato derrotado a la presidencia iraní, decidió no apoyar ayer la comisión que debe preparar un informe sobre las elecciones del 12 de junio, al considerar que no podía lograr "una valoración justa", según la página internet de su campaña.
"El Consejo de los Guardianes y sobre todo una comisión nombrada por el Consejo (de los Guardianes) no puede lograr una valoración justa", afirmó Mousavi, que lidera el movimiento que rechaza la reelección del presidente ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad.
En el terreno diplomático, el presidente Ahmadinejad arremetió de nuevo contra su par estadounidense Barack Obama y la cancillería alzó la voz contra las declaraciones "apresuradas" del G8, cuyos cancilleres pidieron el final de la violencia, en una reunión en la localidad italiana de Trieste. El Consejo de Discernimiento, órgano supremo de arbitraje político, llamó a "todos los candidatos a cooperar al máximo con el Consejo de los Guardianes de la Constitución y a aprovechar esta ocasión (...) para presentar sus documentos para una evaluación completa y precisa" del proceso electoral, según un comunicado citado por la agencia iraní Isna.
El Consejo de los Guardianes anunció el viernes la creación de una comisión especial en la que tendrían cabida los representantes de los candidatos para preparar un informe sobre los comicios, aunque recalcó que no había habido fraude.
El principal rival de Ahmadinejad y líder del movimiento de protesta, Mir Hossein Mousavi, y el candidato reformista Mehdi Karubi siguen pidiendo la anulación de las elecciones por considerarlas fraudulentas. Con su llamamiento a hacer uso de "los canales apropiados", el Consejo de Discernimiento da la sensación de estar buscando una salida pacífica a las protestas que dejaron al menos 20 muertos desde hace dos semanas.
Hasta ayer por la tarde Mousavi y Karubi aún no habían comunicado si participarán en la comisión especial, ni nombrado representantes, según el Consejo de Guardianes, pero el conservador Mohsen Rezai, tercer candidato electoral, anunció que lo hará si los otros dos responden afirmativamente. A última hora, llegó el comunicado oficial del líder de la oposición con su negativa.
El órgano que arbitra las disputas entre el Parlamento y el Consejo de Guardianes, además de asesorar al guía supremo, el ayatolá Alí Khamenei, pidió "un examen preciso de todas las quejas y protestas".
De hecho la comisión especial debe escrutar de nuevo el 10% de las papeletas. El sábado Ahmadinejad criticó de nuevo a Obama, que se había declarado "indignado" por la represión de las manifestaciones. "Habló de reformas y de cambio. ¿Por qué interviene entonces (en los asuntos internos iraníes) y hace comentarios contrarios a las normas y a la cortesía?", preguntó. Denunció las "declaraciones insultantes de algunos responsables occidentales" sobre Irán y advirtió que aprovecharía su presencia "en todas las instancias internacionales para hacer un juicio" a estos mandatarios.
El viernes los cancilleres del G8 pidieron el fin de la violencia y urgieron al régimen iraní a respetar "el derecho de expresión". Estas declaraciones son "apresuradas" y constituyen "una injerencia", estimó el portavoz de la cancillería iraní, Hasan Ghasgavi. Dos semanas después de la proclamación oficial de la victoria de Ahmadinejad, con el 63% de los votos, el movimiento de sus adversarios perdió aliento y en Teherán reinaba la calma. Las autoridades, reacias a aflojar la presión, registraron los locales de un partido que apoyó a Mousavi.