Ayer se conoció una nueva hipótesis sobre las causas de la tragedia: al avión se le habría quebrado el timón de dirección.
Según el diario Folha de Sao Paulo, uno de los mensajes emitidos en el primero de los cuatro minutos finales del vuelo AF 447 indicaba un "error en el control de limitación del curso del timón de dirección". Esa pieza, una pequeña "aleta" móvil ubicada en la cola de la aeronave, tiene como función evitar "sacudidas" aerodinámicas. Y el mensaje indicaría que la pieza había excedió el límite en que puede moverse, es decir, se quebró.
Dos pilotos de Airbus citados por el periódico se refirieron al potencial catastrófico de la eventual ruptura de esa pieza aerodinámica y sugirieron que la misma pudo haber sido causada por una fuerte ráfaga de viento. La hipótesis, añade el informe, es que el defecto no fue registrado por los sistemas que controlan los motores eléctricos del timón de dirección y que por eso existe la posibilidad de que el propio estabilizador haya sido arrancado. En ese caso, el control de la aeronave se habría tornado casi imposible.
La Oficina de Investigación y Análisis (BEA, en sus siglas en francés) confirmó que el Airbus envió 24 señales de anomalías en los cuatro minutos previos a que desapareciera del seguimiento por radar. Pero el director de esa oficina, Paul-Louis Arslanian, que compareció por segunda vez ante la prensa desde la catástrofe, fue tajante al negarse a sacar una conclusión o dar más crédito a una hipótesis que a otra, cuidadoso de mostrar sólo los datos corroborados sin leer entre líneas.
"Es demasiado pronto para conocer las causa del accidente", afirmó al tiempo que cortó de raíz toda "conclusión azarosa". Ni siquiera descartó "al cien por ciento" la hipótesis del atentado terrorista, aunque a partir de los datos que maneja, dijo, "no es muy coherente".
Todavía faltan muchos elementos por recolectar, en particular las cajas negras del avión, para poder saber qué sucedió en medio del océano la madrugada del pasado lunes. (Fuente: DPA y EFE)