-El título del libro, "Atando clavos", es enigmático para quienes no siguieron de cerca todos los detalles del juicio en su contra. ¿Por qué lo eligió?
-Es una expresión que utilizaron los dos testigos estrella, que son propiciados por el Ejército a través del abogado Juan Moreno Campos. Son la subteniente Viviana González y el sargento Carlos Sánchez. Son los dos testigos que mienten para inculparme e introducirme en el caso Carrasco.
"Ellos dos, al dar explicación de sus dichos, cometen el mismo furcio, dicen ´atando clavos´ en vez de ´atando cabos´. Y eso evidencia como dijo Marcelo Inaudi (defensor de los soldados que fueron condenados con el subteniente) que esa expresión no estaba dentro de su vocabulario, y sí del vocabulario del abogado Moreno Campos, que había taladrado a González y a Sánchez con esa frase al enseñarles la versión que tenían que dar. Para mí es el génesis de la historia oficial".