QUITO (AFP).- El presidente Rafael Correa, reelecto en los comicios generales del domingo, anunció que radicalizará el socialismo en Ecuador, al día siguiente de unas históricas votaciones que recompusieron el mapa político de un país que tuvo fama de ingobernable.
"Más que cambiar de rumbo se trata de profundizar los cambios que ya hemos iniciado, hacerlos más radicalmente, más aceleradamente", afirmó el mandatario izquierdista aún eufórico por la victoria que anticiparon varias encuestas.
Escrutado un 70% de las mesas, Correa lograba su reelección por un período de cuatro años con 51% de los sufragios válidos y una ventaja de 24 puntos sobre su inmediato seguidor, el ex presidente Lucio Gutiérrez.
"Las tendencias son muy claras, el presidente Correa habría sido reelecto en una sola vuelta", dijo Omar Simon, jefe del Consejo Nacional Electoral.
Sin embargo, Gutiérrez, defenestrado en el 2005, todavía no reconoce su derrota y confía en forzar un ballottage. Anticipándose al veredicto, anunció una "oposición muy firme" al gobierno de Correa. "El pueblo nos ha dado una altísima responsabilidad: liderar la oposición y nosotros vamos a asumir esa responsabilidad con total entereza", afirmó Gutiérrez.
El oficialismo, por su parte, espera asumir el control de la Asamblea Legislativa compuesta por 124 de escaños. Según las encuestas a boca de urna, entre 61 y 70 escaños habrían sido captados por el movimiento de Correa mientras el partido de Gutiérrez estima la elección de 21 a 30 asambleístas.
"Seremos profundamente democráticos, enormemente respetuosos del pensamiento ajeno y les pedimos igual", sostuvo a su vez el oficialista Fernando Cordero, jefe de la Asamblea interina. El movimiento País, de Correa, logró igualmente varias gobernaciones y alcaldías, incluida la de Quito, mientras la oposición conservó la de Guayaquil, ciudad natal del presidente y reducto de sus adversarios.
Líderes latinoamericanos y la OEA saludaron el triunfo de Correa empezando por sus estrechos aliados Hugo Chávez y Evo Morales. También recibió las felicitaciones de Argentina, Chile, Cuba, España e incluso Colombia, país con el que rompió relaciones diplomáticas por una incursión militar en 2008.
Los presidentes "me han llamado para felicitarme, darme su solidaridad y reconocer que es un gran espaldarazo a este cambio de época que vive toda América Latina", dijo el jefe de Estado.
Correa reiteró que en su nuevo período "profundizará y radicalizará las reformas de esta revolución", privilegiando la atención a los más pobres. En ese sentido, hizo hincapié en las reformas para potenciar la economía popular y solidaria, y recalcó que ninguna de ellas sería posible dentro del sistema capitalista.
"Los cambios son posibles pero fuera del sistema capitalista, dentro del nuevo socialismo", agregó el mandatario, impulsando el fin de la dependencia del FMI y el Banco Mundial.
De otro lado, el presidente reelecto descartó cualquier acercamiento con Gutiérrez, calificándolo como "un ser con graves limitaciones morales e intelectuales".
Correa deberá sortear la difícil crisis global, que ha significado para Ecuador el drástico descenso de ingresos petroleros y remesas, sustento del esquema dolarizado de la economía que ha prometido mantener pese a ser uno de sus más críticos. "Estoy muy optimista, por supuesto existe gran incertidumbre, pero si todo continúa como está, el bache habrá sido superado", añadió.