Poco y nada había sucedido hasta los 32 minutos del complemento, cuando apareció Edison Preciado para vencer al "Pato" Abbondanzieri y desatar la locura en el estadio ecuatoriano. Es que el Deportivo Cuenca no sólo le arrebató el invicto a Boca (fue 1-0), también se metió en la discusión para clasificar a los octavos de final de la Libertadores.
Ahora, a falta de una fecha, el equipo de Ischia se asegurará el pase a la siguiente ronda si el miércoles próximo empata en La Bombonera ante el Deportivo Táchira, que suma los mismos 9 puntos que el Cuenca. El equipo ecuatoriano visitará el mismo día a un Guaraní que perdió todos los partidos. Claro, hay dos objetivos que el equipo del "pelado" no cumplió hasta aquí: meterse entre los 16 mejores por anticipado y obtener el "1" en la mini tabla general, que ahora tiene como líder a Gremio (13). Libertad también suma 12 como Boca y los tres deben jugar una jornada más.
En su quinta presentación copera, sin Julio César Cáceres y Juan Román Riquelme, y con un Rodrigo Palacio que actuó pocos minutos, Boca estuvo lejos de su mejor faceta. Fue un partido de mediocre, plagado de imprecisiones y anémico de ideas.
El arranque fue tan estudiado como una partida de ajedrez. Sin el "Torero" como referencia futbolística, Sebastián Battaglia fue el más buscado, pero jugar de espaldas no lo benefició. La primera fue para el local, a los 16, cuando Texeira ganó de cabeza en el área pero el balón fue a dormir, manso, a las manos de Abbondanzieri.
La respuesta "xeneize" cayó varios minutos después, con un una buena contra que comandó Diego Gaitán y que no definió bien Pablo Mouche.
La última de la etapa inicial fue un disparo de lejos de Battaglia que se transformó en peligroso por el mal estado de la cancha; la pelota la rechazó el arquero Israel Álvarez y Palermo llegó tarde al rebote.
El segundo tiempo fue parejo pero con escasísimas situaciones de peligro. Ischia mandó a la cancha a Palacio, pero la "Joya" estuvo sin brillo y poco hizo.
En los últimos 20 la visita sintió el esfuerzo y la altura, y a falta de 13 el Cuenca encontró un premio demasiado alto. Fue después de un pelotazo largo que paró magistralmente Texeira, quien puso el pase para la entrada goleadora de un Preciado que tenía poco en cancha. Así, los ecuatorianos comenzaron a soñar, mientras que los "xeneizes" sufrieron su primera amargura copera.