River sufrió un bajón de esos que no se empardan. Una derrota que puede mover estanterías y hasta desequilibrar a Néstor Gorosito. El "Millonario" fue a Paraguay a buscar al menos un punto para seguir con vida en la Copa Libertadores, pero se comió una goleada. Y encima ante un rival que estaba eliminado, como Nacional.
Es cierto que al conjunto de Núñez le cuesta mucho el torneo continental, pero el poco cartel del contrincante abría paso a una ilusión. Hacía más de un año que no ganaba lejos de casa en competencia internacionales, pero parecía que anoche se cortaba la racha. Ocurrió todo lo contrario y el equipo argentino sufrió un inesperado 4-2, para quedar afuera en el grupo 3.
Sin ser una luz, River fue superior en el primer tiempo y mereció sacar ventaja. Se lo perdió Cristian Fabbiani un par de veces y Radamel también estuvo cerca. Sin embargo, el gol llegó con un penal inventado por el árbitro Da Silva: cobró falta al "Ogro" y el colombiano puso el 1-0.
Al toque, sorpresa total. El brasileño inventó penal del otro lado, compensó con una rapidez asombrosa y Escobar empató. Así se fueron al descanso y el "Millo" hacía negocio, porque dependía de sí mismo para pasar de ronda.
La historia cambió de manera notable en el ST y a los 14 se empezó a temer lo peor. Buonanotte vio la roja, el equipo bajó su rendimiento y se venía la noche.
Encima, Jorge Núñez entró inspirado, clavó dos goles en menos de 15 minutos y silenció a los hinchas de River. En realidad los hizo reaccionar y comenzaron los insultos para los jugadores.
En un Defensores del Chaco casi vacío porque las nulas chances de Nacional, la banda "Millonaria" se escuchó toda la noche y en el cierre hubo "furia".
El 4-2 se decoró con un gol de otro ingresado, Ruiz Peralta, entre los gritos de Núñez y un perfecto tiro libre de Gallardo, que llegó demasiado tarde.
Camino a los vestuarios, Ahumada apuntó sus cañones contra el árbitro. "La FIFA tiene que hacer algo", dijo el capitán. Es cierto que el juez no rindió, pero también es verdad que River hizo una copa muy floja.