NEUQUÉN (AN).- Dos motochorros ingresaron en el quiosco que está enfrente del Hospital Regional y aprovecharon para asaltar a la empleada del local y al repartidor de golosinas. El botín ascendió casi a 4.000 pesos y no hay detenidos.
El golpe ocurrió a las 15:20 en el quiosco ubicado en Buenos Aires 465 y a pesar de la enorme actividad que hay en esa zona por la ubicación del hospital y de varios comercios, nadie se percató de nada.
Dentro del local se encontraba un hombre de 36 años que se encarga de realizar el reparto de golosinas de una firma nacional y la empleada del quiosco, de 44 años.
De acuerdo a lo denunciado, el repartidor acababa de dejar la mercadería y tras una breve charla estaba contabilizando el dinero de la cobranza, por lo que se encontraba aún con el efectivo en las manos.
El repartido sintió que le apoyaban un arma a la altura de la cintura y cuando giró, observó a un sujeto que lo increpó y le exigió el dinero.
El delincuente, según la descripción, tendría entre 25 a 30 años, 1,80 de estatura, rapado, de tez morena y delgado. Vestía un jean y un rompevientos verde y portaba un revólver de color gris.
Sin oponer resistencia y amedrentado por el arma el repartidor entregó 540 pesos que tenía en las manos y 400 pesos de la billetera.
Posteriormente ingresó otro joven de igual edad, 1,70 de estatura, robusto de tez morena y gorra de lana, que se dirigió directo a la mujer que estaba detrás del mostrador.
Ella tampoco opuso resistencia y entregó, según consta en la denuncia, 1.700 pesos de la caja registradora y 1.300 pesos que tenía en un monedero.
Una vez que obtuvieron el dinero los dos sujetos abandonaron rápidamente el local y se dieron a la fuga en una moto que no pudo ser identificada por las víctimas que dieron aviso al comando radioeléctrico.
Personal de la comisaría Primera se acercó rápidamente al lugar, que se ubica a cinco cuadras de la dependencia, y tras recabar los primeros datos realizó un rastrillaje por la zona con resultado negativo. Después efectivos de Criminalística levantaron dos rastros en el quiosco.
La causa quedó caratulada como robo calificado a cargo del Juzgado de Instrucción 3.