BUENOS AIRES.- Los presidentes Cristina Fernández de Kirchner y Luiz Inácio Lula Da Silva renovaron ayer la voluntad de integración entre Argentina y Brasil y trataron de bajar los decibeles por las diferencias comerciales, aunque ratificaron su intención de defender los intereses nacionales frente a la crisis.
El mandatario brasileño negó, por su parte, que su gobierno quiera presentarse como "intermediario" entre la Argentina y Estados Unidos y advirtió que "jamás hablaría" de la situación en la relación entre ambas naciones porque "tendría un problema diplomático sin precedentes". Fernández de Kirchner y Lula mantuvieron ayer en Casa Rosada una reunión privada de una hora, seguida por un encuentro ampliado con ministros de ambos países, en el marco del Mecanismo de Integración y Coordinación Bilateral, por el que se acordó reuniones presidenciales en forma semestral.
Durante una conferencia de prensa posterior, ambos mandatarios trataron de restar trascendencia a los chisporroteos en el ámbito comercial bilateral surgidos, especialmente, por el reclamo de los empresarios brasileños a medidas proteccionistas del lado argentino.
"En épocas de crisis, cada uno quiere defender sus posiciones. También tenemos en Brasil presiones empresarias", concedió Lula, aunque también destacó que debe hacerse "el esfuerzo necesario para que el comercio en el Mercosur sea lo más libre posible".Y agregó: "Problemas siempre vamos a tener, pero siempre hay reuniones como ésta para encontrar salidas".
A su turno, la presidenta argentina volvió con el argumento que había enfrentado un mes a la prensa en San Pablo por esta misma cuestión: "Yo creo que el proteccionismo no es una simple cuestión aduanera, también hay proteccionismo con una devaluación monetaria dispar o con promociones fiscales".
Tras contraponer con la fuerte devaluación del real que Brasil realizó frente a la crisis mundial, Fernández de Kirchner recordó que "la crisis obliga a todos los países a tomar medidas para proteger su producción, aunque no se trata de proteccionismo en el mal sentido de la palabra".
De cualquier forma, la mandataria destacó que las cuestiones debatidas en la jornada de ayer "reafirman y profundizan un proceso de integración que no es solo de carácter comercial sino profundamente político".
Otro capítulo de la rueda de prensa tuvo que ver con la relación entre EE. UU. y Argentina en virtud de las versiones periodísticas que indicaron gestiones del gobierno de Lula con la administración de Barack Obama sobre el tema. Diplomático, el brasileño eligió destacar el "nuevo patrón" en la relación entre Estados Unidos y América Latina evidenciada tras la reunión de Obama con los presidentes sudamericanos, fundada a su entender en "el respeto, la asociación y la no injerencia". (DyN)