WASHINGTON (Télam).- La CIA pidió usar métodos violentos en interrogatorios por primera vez en mayo de 2002, y recibió luz verde de la entonces asesora de Seguridad Nacional estadounidense, Condoleezza Rice, antes de que las técnicas fueran autorizadas legalmente, afirmó una comisión del Senado.
La revelación llegó en un informe de la Comisión de Inteligencia del Senado difundido ayer horas después de la publicación de otro documento de la Comisión de Servicios Armados que acusó al Pentágono de aprovechar el marco legal para torturar a presuntos islamistas en Afganistán, Irak y Guantánamo.
La difusión de los dos informes del Senado llegó en medio de gran debate en Estados Unidos sobre si juzgar a los funcionarios del gobierno de George W. Bush autores de la doctrina jurídica que justificó el empleo de las torturas, y dos días después de que el presidente Barack Obama dejara abierta esta posibilidad.
La CIA recibió autorización formal para usar métodos violentos el 26 de julio de 2002, cuando el entonces fiscal general John Ashcroft concluyó que la técnica "del ahogamiento simulado era legal", dijo la Comisión de Inteligencia en su informe sobre los interrogatorios de la "guerra contra el terrorismo".
Pero nueve días antes, Rice se reunió con el entonces director de la central de inteligencia, George Tenet, y le comunicó "que la CIA podía proceder con su propuesto interrogatorio de Abu Zubaydah", el primer dirigente de alto rango de Al Qaeda detenido por la institución, mientras aguardaba la autorización legal.
Se cree que el asentimiento de Rice -que de asesora de Seguridad Nacional fue promovida a secretaria de Estado- fue la aprobación más temprana por parte de un funcionario de Bush de las técnicas coercitivas en interrogatorios, que el actual fiscal general, Eric Holder, definió como "torturas".
El documento de la Comisión de Inteligencia está considerado como la cronología desclasificada más abarcativa sobre el respaldo del gobierno de Bush a los controvertidos métodos.
Según la comisión, Rice figura entre los al menos seis funcionarios de alto rango de Bush, entre ellos el vicepresidente Dick Cheney, que entre 2002 y 2003 debatieron, aprobaron o reafirmaron la legalidad de las prácticas de interrogatorio usadas sobre Zubaydah y otros dos sospechosos.
La semana pasada, Obama ordenó desclasificar memorandos de la Oficina de Asesoramiento Legal del Departamento de Justicia que autorizaron y detallaron las tácticas, que incluían el ahogamiento simulado, el uso de insectos y la privación de sueño. Cheney -el vicepresidente de Bush- y otros políticos republicanos criticaron duramente a Obama por haber desclasificado los memorandos que autorizaban los interrogatorios agresivos, por considerar que la decisión atenta contra la seguridad nacional.
Al desclasificar los memorandos, Obama dijo que los agentes de la CIA que llevaron a cabo los interrogatorios no serán procesados, por considerar que obedecieron órdenes de superiores y defendieron a su país. Pero luego dejó abierta la puerta a enjuiciar a los funcionarios responsables del entramado legal que permitió las torturas, aunque derivó todo al fiscal general.