NEUQUÉN (AN y ACE).- Desde que se conoció la decisión de la jueza Margarita Gudiño de Argüelles de enviar a Bahía Blanca un tramo de la causa en la que se investigan los delitos de lesa humanidad durante la dictadura en la región, las reuniones entre los sobrevivientes no cesaron y tampoco las discusiones por la angustia ante la posibilidad de un nuevo episodio impunidad.

Mientras un grupo de los denunciantes se siente defraudado y alcanzado por la injusticia, otro sector se moviliza para insistir en la permanencia de su caso en Neuquén; en tanto hay quienes están dispuestos a ir a Bahía para seguir reclamando.

Todos coinciden en que la actuación del juez bahiense Alcindo Álvarez Canale será un obstáculo para que su caso llegue a un juicio oral y público en un tiempo cercano. Pero las razones legales que la jueza esgrimió para desprenderse de estas 22 denuncias, también les indignaron.

"En mi caso, la jueza decidió que yo sufrí más en Bahía. Tendré que luchar y no sé cómo demostrarle que uno sufrió desde el momento en que se llevaron a mi hermana que estuvo dos días en la comisaría de Cutral Co, donde ellos sentaron base. Queremos que las causas se queden acá y se juzgue donde corresponda, no creo que Bahía sea el único lugar donde se pueda resolver", dijo Dora Seguel.

Dora tenía 16 años cuando la policía -que identificó luego- la fue a buscar a la escuela para torturarla en la comisaría del pueblo, describió que a su hermana Arlene -que continúa desaparecida- la fue a buscar una comisión de la Federal de Neuquén y que en medio de todo ese procedimiento, antes de ser trasladada al centro clandestino bahiense junto con su madre y su hermana, ella fue ultrajada por el grupo de tareas que operaba en el Alto Valle.

Consideró injusto no ir a juicio en Neuquén igual que lo harán las personas que también fueron víctimas del "operativo Cutral Co".

Alicia Villaverde, junto con Alicia Pifarré -desaparecida- fue secuestrada cuando se produjo el golpe. La liberaron en Bahía Blanca tras un largo periplo y de sólo pensar en que se haga el juicio allá, le da escalofríos.

"Cuando empezaron los juicios me dijeron que íbamos en una tercera etapa y entonces pensamos que habíamos esperado tanto, que un poco más no era mucho. Pero esta decisión de la jueza en lo personal me parece un desastre", dijo Alicia.

Evaluó que "allá no va a pasar nada, hay personas que a Bahía no van a ir; aunque me cueste, pienso que igual iría porque se lo debo a Alicia (Pifarré) o a Mónica Morán y a todos los artistas que estaban cerca mío y quedaron allá -desaparecidos-, pero siempre pensé que se iba a juzgar como ocurrieron los hechos, fuimos de los primeros secuestrados, golpeados aquí; a mí me sacaron de la oficina de Obras Públicas, me vendaron, me golpearon, de todo sufrí antes de que me subieran en un avión a lo que después supe que era Bahía", dijo.

Adriana Metz sobrevivió al secuestro de sus padres Graciela Romero de Metz y Raúl Metz, en tanto aún busca a su hermano nacido en cautiverio en el centro clandestino de Bahía Blanca.

En una mirada retrospectiva, recordó que su abuelo desde 1976 "hasta que se murió" siguió peleando y pidiendo justicia.