Lo sentía en las fibras íntimas, en el fuero más interno. Lo hizo saber antes de desandar la magnífica jornada de ayer, que terminó con él en lo más del Masters de Augusta. Así es Ángel Cabrera, un tipo muy particular.
Ayer por la mañana, después de un viernes que lo dejó en la tercera colocación, el nacido en Villa Allende, Córdoba, decía cosas como estas: "Recuperé ciertas sensaciones y me siento como cuando gané en Oakmont el US Open. Estoy pegando con mucha seguridad y de seguir así este fin de semana creo que tendré muchas chances de ganar el torneo".
Unas horas después cientos de personas lo ovacionaron como si ya hubiese ganado el torneo.
"Practico mucho desde hace bastante tiempo, por la simple razón de que había perdido la confianza y las buenas sensaciones durante los últimos meses", dijo el ganador del US Open el 17 de junio de 2007.