La chiquita casi siempre está parada en la esquina de Sarmiento y Tucumán y a veces recorre una y otra vez las principales cuadras de esta última calle.
Tendrá unos 7 u 8 años y casi ni habla. Sólo se acerca a la gente que pasa, le toca el brazo y muestra el cartel. La mayoría sigue de largo, muy pocos le prestan atención. Como ella, tantos otros.
-¿Por qué llevás este cartel?
-... No sé.
-¿Con quién estás?
-Con mi hermana mayor -dijo, señalando a una chica de más de 15 que la miraba desde una céntrica esquina.
-¿Para qué pedís?
-Para comprarle leche a mi hermanito?
-¿Vas a la escuela?
-No.
-¿Cómo te llamas?
-?
-¿Dónde vivís?
-?
-¿Tenés más hermanos?
-Sí, somos siete.
-¿Van a la escuela?
-No, ninguno va.
La historia es similar a la de muchos otros chicos en las calles de Roca.