NACIONES UNIDAS.- Corea del Norte lanzó ayer un misil que provocó un cimbronazo internacional por el riesgo de que comience una escala nuclear que desestabilice el continente asiático.
Estados Unidos y sus aliados se reunieron de emergencia el domingo en el Consejo de Seguridad de la ONU en busca de sanciones para Corea del Norte. Anoche la sesión fue levantada ante la incapacidad de lograr un acuerdo sobre las sanciones a aplicar.
El presidente estadounidense Barack Obama, ante su primera crisis de seguridad internacional, y otros gobernantes criticaron de inmediato al líder norcoreano Kim Jong Il por amenazar la paz y la estabilidad de las naciones "cercanas y lejanas´´. Minutos después del lanzamiento, Japón solicitó la reunión de emergencia del Consejo en Nueva York.
"Corea del Norte violó las reglas una vez más al probar un cohete que podría ser utilizado para misiles de largo alcance´´, señaló Obama en Praga. "Esto crea inestabilidad en su región, en todo el mundo. Esta provocación subraya la necesidad de acción, no sólo esta tarde por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, sino en nuestra determinación para evitar la propagación de estas armas´´, agregó.
Pyongyang dijo que puso en órbita un satélite experimental de comunicaciones ayer, el cual transmite información y canciones patrióticas. Sin embargo, funcionarios estadounidenses y surcoreanos afirmaron que todo el cohete, incluyendo el cargamento que llevaba, cayó al océano. Quienes critican a Kim señalan que en realidad estaba probando un cohete balístico con capacidad de llegar a territorio estadounidense. Por encima de todo, los miembros del Consejo buscaron una respuesta unificada. Sin embargo, probablemente acordarán sanciones más adelante en la semana, indicaron diplomáticos familiarizados con las negociaciones a puerta cerrada.
Aunque la nación comunista ha mantenido su actitud beligerante y amenazadora, al igual que cuando realizó una prueba nuclear subterránea y lanzó cohetes balísticos en años recientes, en esta ocasión Pyongyang demostró una mayor experiencia, lo cual podría complicar las sanciones mucho más que antes.
A diferencia de ocasiones anteriores, Corea del Norte alertó a la comunidad internacional del lanzamiento y la ruta que seguiría el cohete. Aprovechando un vacío en las sanciones que se le impusieron después de su prueba atómica del 2006, que le prohibieron realizar actividad con misiles, el gobierno aseveró que ejercía su derecho al desarrollo espacial pacífico. En vista de que será difícil demostrar lo contrario, las objeciones de Rusia y China -los aliados más cercanos de Corea del Norte-, con toda certeza quitarán fuerza a cualquier respuesta contundente en la ONU. (AP)