SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El empresariado hotelero formuló un llamado público al gobierno provincial y municipal para que desalienten nuevas inversiones en los segmentos del rubro que en el último tiempo multiplicaron su oferta y provocaron ya sensibles caídas en el nivel de ocupación.
Fundaron su planteo en un informe estadístico sobre la evolución de las plazas turísticas de la ciudad y del flujo de turismo registrado en los últimos cuatro años. El dato saliente es que entre 2005 y 2008 la cantidad de camas instaladas en Bariloche y cerro Catedral creció un 16% (actualmente rozan las 25.000), mientras que el número absoluto de pernoctes sólo mejoró un 9,1%.
Como consecuencia, bajó en forma sensible el nivel de ocupación. Hace pocos años en enero era habitual para Bariloche una ocupación hotelera promedio del 70% y en la última temporada ese número fluctuó entre el 55 y el 60%. El presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica, Omar Guerra, aseguró que no le piden al Estado que establezca prohibiciones ni bloqueos, pero sí una política de "regulación" para futuros inversores.
Dijo que el objetivo es "evitar un efecto parecido al que sucedió tiempo atrás con las canchas de paddle o los videoclubes", con la saturación de locales que desbordaron la demanda y provocaron una caída general de la rentabilidad. "Lo que decimos es que esta situación no tiene un vínculo estricto con la crisis nacional e internacional y se estaba complicando desde antes, más allá de estas tendencias", aclaró Guerra.
La preocupación empresaria tiene que ver con los pequeños emprendedores, que en general apuntan a construir complejos de bungalows u hoteles de categorías menores, con inversiones iniciales de 200 ó 300 mil dólares.
Desde el ámbito oficial, el secretario de Turismo del municipio, Daniel González, dijo que el área a su cargo junto a la subsecretaría de Desarrollo Económico trabajan sobre "un mecanismo a futuro para asesorar y orientar" las inversiones en alojamiento turístico. Guerra fue un poco más específico y dijo que los empresarios ya instalados verían bien un plan de "incentivos" mediante reducción de impuestos y créditos blandos para los rubros hoteleros que acumulan demanda insatisfecha. En contrapartida, impulsan un desestímulo, vía presión tributaria, para las categorías que sea necesario "desalentar" porque están sobreofertadas.
En los últimos años Bariloche registró una explosión de oferta en materia de bungalows y cabañas, algunas de alta categoría (3 estrellas), a los que les cuesta cada vez más conseguir niveles aceptables de ocupación.
Lo que inquieta a los empresarios es el congelamiento en la cantidad global de pernoctes, que claramente se mantuvo sin cambios o con ligeras bajas, mientras creció en forma considerable la oferta de plazas de alojamiento (ver aparte).
En el último cuadro disponible (diciembre de 2008), la hotelería de 1 estrella concentraba el 21,47% de las camas ofertadas. Los de 2 estrellas un 6,45% y los de 3 estrellas un 11,78%.
El resto de los segmentos importantes eran los hoteles de 5 estrellas (un 7,01% de las plazas) y hoteles 4 estrellas un 6,45%. Los apart hotel/bungalows/cabañas ofertaban en conjunto un 12,53%.