| PARÍS (AP).- La decisión del gigante automovilístico europeo PSA Peugeot-Citroën de cambiar de director y traer a un ejecutivo ajeno a la industria fue recibida ayer con escepticismo, en medio de dudas de que pueda trasponer su éxito a un sector automotriz inmerso en su peor crisis. El nuevo director de Peugeot-Citroën, Philippe Varin, de 56 años, un ejecutivo de la industria metalúrgica, tendrá que convencer a los inversores de que puede repetir en la segunda empresa automotriz de Europa el repunte que logró con Corus PLC. Varin orquestó la venta de la acerera británica a Tata Steel de la India por 11.300 millones de dólares hace tres años. Para complicar la tarea de Varin se presenta la urgente necesidad de un cambio dramático en la industria automovilística a nivel mundial tras la decisión del gobierno estadounidense de destituir al director general de General Motors, e impulsar una alianza de Chrysler con la italiana Fiat. Las acciones de Peugeot se precipitaron ayer después que el domingo decidió reemplazar a su director, Christian Streiff, tras semanas de especulaciones en los medios de que había perdido la confianza de la familia Peugeot, fundadora y principal accionista de la compañía. | |