WASHINGTON (Télam).- Un nuevo roce diplomático -el tercero desde la asunción de Barack Obama- volvió a recalentar hoy la relación entre China y Estados Unidos, esta vez por una acusación de Washington sobre el rearme militar chino.
El primer paso en este nuevo conflicto fue dado ayer por el Departamento de Defensa estadounidense, al presentar en el Congreso un informe en el que sostiene que China intensificó sus esfuerzos para desarrollar nuevas armas nucleares y sistemas de misiles.
El Pentágono, además, exigió al gigante asiático que "justifique" esas actividades para evitar "incertidumbre" en la región. La respuesta llegó inmediatamente a través del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, que acusó hoy a Washington de "mantener la falacia de que China supone una amenaza militar".
El portavoz de turno de la cartera de Exteriores china, Qin Gang, aseguró que se quejaron formalmente a la Casa Blanca y pidieron el "fin del pensamiento de la Guerra Fría" por parte de Washington para "no interferir" en las relaciones entre ambos países, informó la agencia de noticias Europa Press.
La relación entre Estados Unidos y China no parece navegar las aguas más tranquilas, sobre todo desde que Obama tomó las riendas de la primera potencia mundial ya que desde entonces hubo incidentes diplomáticos de envergadura.
El último había tenido lugar hace dos semanas, cuando un barco de guerra estadounidense fue acosado por pesqueros chinos en el Mar del Sur de China.
Luego de ese incidente, el director de la Inteligencia Nacional estadounidense, Dennis Blair, afirmó que China había adoptado una postura "más militar y agresiva". En aquel momento, Blair calificó también ese incidente como "el más grave" entre ambos países desde que las autoridades chinas detuvieran a un avión espía estadounidense y a su tripulación en 2001.
Según el actual informe del Pentágono "hay algunas confusiones respecto a la estrategia futura de China", a la vez que pide claridad al gobierno de Pekín para evitar "malentendidos".
"La modernización del armamento chino influye en el equilibrio militar de la región", apunta también el documento.
El informe destaca también que China posicionó nuevos misiles de corto alcance de forma amenazante en la costa frente a Taiwán. China tiene una relación difícil con la isla, a la que considera parte de su territorio.
Las acusaciones del Departamento de Defensa estadounidense merecieron igual dureza por parte de Pekín que asegura que Washington ejerce una "injerencia en asuntos internos".
"Estados Unidos sigue apuntando a China como una amenaza y distorsiona los hechos", dijo el portavoz Qin Gang. EE.UU. debe dejar de lado su "mentalidad de la Guerra Fría y desistir de hacer acusaciones infundadas", agregó.
La nueva reacción de Estados Unidos se generó luego de que a principios de mes, China anunciara que seguiría modernizando el Ejército y aumentaría un 14,9% el presupuesto de Defensa para 2009, hasta 55.950 millones de euros. La razón es simple: Por el océano Índico transita el 70% del tráfico mundial de petróleo y China se disputa con India el control de ese tránsito.