Frente al anuncio que realizó la presidenta Cristina, la oposición cuestionó la medida y la calificó como "otra declaración de guerra al campo".
Las críticas llegaron desde la Coalición Cívica (CC), la UCR, PRO y el socialismo. El titular de la UCR nacional, Gerardo Morales, y la líder de la CC, Elisa Carrió, afirmaron que se trata de "otra declaración de guerra al campo" y que "en esta guerra el gobierno quiere sumar a su ejército a gobernadores e intendentes".
Los dirigentes de la oposición señalaron que "la presidenta sigue sin entender las cuestiones centrales para enfrentar la crisis: si vamos a producir más o no en el país y si las provincias van a recibir los fondos que les corresponden".
"Es una mentira que esto sea coparticipable", señaló Carrió. "Se trata de un fondo, que es plata fresca de fondos federales, que va a ser asignado para la campaña (de las próximas elecciones legislativas), pero nosotros vamos a ir al parlamento pidiendo la baja en las retenciones y la coparticipación en serio", agregó la dirigente política.
Y remontándose al contexto económico mundial, Carrió puntualizó que "la recesión se resuelve con actividad económica y no castigando al campo".
Además aclaró que no se llegará a repartir el 30% anunciado. "Será un 15%, lo van a ver cuando hagan bien los números".
En consonancia con Carrió, Morales y el jefe del bloque de senadores, Ernesto Sanz, consideraron que el objetivo político de los anuncios de coparticipación de las retenciones a la soja apunta "claramente a enfrentar al campo con los municipios y las provincias por migajas".
Morales afirmó que la presidenta volvió hoy "a relanzar un anuncio del año pasado con un nuevo formato: en el 2008 anunció un programa de obras públicas en las provincias que nunca cumplió y ahora destina a esas mismas obras públicas el dinero del fondo de las retenciones a la soja".