WASHINGTON.- En un trámite sumarísimo, la Cámara de Representantes aprobó ayer un proyecto que crea un impuesto retroactivo del 90% a las bonificaciones que las empresas beneficiarias de fondos públicos paguen a sus empleados. La votación fue de 328 votos contra 93.
"Queremos que nos devuelvan ya el dinero de los contribuyentes´´, dijo la presidenta de la cámara, la demócrata Nancy Pelosi. Los republicanos dijeron que se trataba de un recurso de dudosa legalidad para encubrir errores de la Casa Blanca y la bancada demócrata.
El titular del bloque minoritario republicano, John Boehner, dijo que se trataba de un "circo político´´ para distraer la atención de por qué el gobierno del presidente Barack Obama no hizo más para impedir esas bonificaciones antes que fueran pagadas´´. Las bonificaciones, por un total de 165 millones de dólares, fueron para ciertos empleados de la aseguradora AIG, incluidos los de la división que llevó a la gigantesca empresa al borde de la ruina.
"El proyecto de ley demócrata presentado hoy al pleno es constitucionalmente dudoso´´, dijo el representante republicano Mike Pence.
El proyecto grava con un impuesto del 90% retroactivo a las bonificaciones pagadas a los empleados con un ingreso mayor a 250.000 dólares de empresas que recibieron por lo menos 5.000 millones de dólares en ayuda estatal.