BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) rechazó ayer en la apertura de su cumbre de Bruselas la presión norteamericana de inyectar más fondos públicos ante la recesión, contentándose con un acuerdo sobre una lista de inversiones en proyectos energéticos por 5.000 millones de euros (unos 6.840 millones de dólares).
Este difícil compromiso sobre la única contribución del presupuesto europeo en el plan de reactivación económica del bloque, alcanzado in extremis por los jefes de Estado y de gobierno tras tres meses de negociaciones, saca un poco a la UE de la parálisis de la que la acusaban algunos.
Con la mente puesta en lograr una reforma del sistema financiero mundial en la próxima cumbre del G20 del 2 de abril en Londres, los países del bloque dejaron en claro sin embargo ayer que no van a movilizar por el momento más fondos públicos frente a la crisis, como le exige Estados Unidos.
"Algunos aún no han aplicado sus planes de reactivación nacionales. Entonces no tiene sentido comenzar a adoptar nuevos paquetes de impulso" económico, indicó en ese sentido el primer ministro checo Mirek Topolanek, cuyo país preside la UE.
En la misma sintonía, la canciller alemana Angela Merkel también juzgó que los actuales planes de reactivación "son suficientes y que primero es necesario dejarlos surtir efecto".
La UE ha adoptado hasta el momento medidas presupuestarias para afrontar la crisis por un monto de 400.000 millones de euros (unos 520.000 millones de dólares), es decir el 3,3% del Producto Interior Bruto (PIB) de los 27, una cifra muy inferior al esfuerzo de Estados Unidos, que lanzó en febrero un plan de impulso económico de 787.000 millones de dólares.
Más que nuevas inyecciones de dinero, lo que busca la UE es que el G20 apruebe una mejor regulación del sistema financiero mundial, en particular de los fondos especulativos y los paraísos fiscales. En ese marco, los líderes europeos deberían reclamar "reglamentar mejor los mercados", instado así a "continuar la coordinación, a escala internacional, de las medidas de impulso presupuestario", según un proyecto de declaración final de la cumbre.
Aunque esta posición es mayoritaria, algunos se inquietan sin embargo por las escasos anuncios concretos, en un momento en que la recesión se agudiza y el FMI (Fondo Monetario Internacional) indicó que espera una contracción del PIB mundial de entre 0,5% y 1,0% en 2009, algo inédito desde 1945. (AFP)