ROMA (AFP).- El gobierno italiano aprobó ayer aportar fondos por 17.800 millones de euros (22.600 millones USD) para la construcción de importantes obras públicas, entre ellas un colosal y controvertido puente para unir la isla de Sicilia con la península.
La decisión fue tomada por el Comité Interministerial para la Programación Económica (CIPE). El dinero proviene de recursos públicos (8.519 millones), así como de contribuciones privadas (8.090 millones).
Unos 1.200 millones de euros serán empleados para modernizar los edificios escolásticos y las cárceles.
En total 1.300 millones de euros serán empleados para la construcción del puente más largo del mundo en el estrecho de Messina, y cuya realización en 2004 fue aplazada debido a las protestas de los defensores del medio ambiente, de los habitantes de la localidad de Messina y de académicos, entre otros.
La construcción del imponente puente, algo que los líderes italianos han soñado desde los tiempos romanos, había sido anunciada por el primer ministro Silvio Berlusconi durante su precedente gobierno.
El puente, que tendrá una longitud de 3.690 metros, se prevé que cueste en total unos 6.000 millones de euros. Aportes por 800.000 euros serán empleados para proseguir las labores del proyecto "Moisés", un sistema de diques para proteger Venecia de las inundaciones.