NUEVA YORK.- El constructor de automotores estadounidense General Motors planteó ayer la posibilidad de ampararse en la ley de quiebras, si Washington rehusa otorgarle los miles de millones de dólares en ayuda que el grupo reclama y si las fuentes de crédito continúan cerradas. La noticia, junto a datos de la economía china, provocó un nuevo derrumbe de los mercados mundiales y especialmente en Wall Street.
El ex número uno mundial del automóvil, completamente debilitado financieramente y cuyas ventas están en caída libre desde hace meses, alude a una "duda sustancial" sobre su viabilidad, en su informe anual a las autoridades bursátiles.
"La persistencia de nuestras pérdidas operacionales (...) y nuestra incapacidad de generar liquidez suficiente para hacer frente a nuestras obligaciones y mantener nuestras actividades levanta una duda sustancial sobre nuestra capacidad de supervivencia", explicó General Motors (GM) en este documento.
El departamento del Tesoro estadounidense anunció que busca "la solución más razonable posible para la situación" de GM, luego del anuncio del grupo.
GM blandió nuevamente la amenaza de declararse en quiebra apelando al capítulo 11 de la ley estadounidense que durante un período le permite reestructurarse -a salvo de los acreedores- pero también admitió la posibilidad, en el peor de los casos, de una quiebra pura y simple.
"Si no llegamos a obtener la financiación apropiada del gobierno estadounidense o de otras fuentes (...), o si nuestro ´plan de viabilidad´ no desemboca en una empresa capaz de asegurar por sí misma su sobrevivencia a largo plazo", GM podría "potencialmente estar obligado a pedir la protección de la ley de quiebras", advierte el grupo.
"En el caso que no logremos desarrollar un plan de reestructuración o si un plan de crédito no estuviera disponible, estaríamos obligado a la quiebra, bajo el capítulo 7 de la ley de quiebras", afirmó el constructor.
El grupo, que ya recibió 13.400 millones de dólares del Departamento del Tesoro en diciembre y acumula 74.000 millones de dólares en pérdidas en los últimos dos ejercicios, espera que Washington se pronuncie sobre su "plan de viabilidad", presentado el 17 de febrero. Este plan debe estar terminado de aquí a fines de marzo y el gobierno de Obama debe pronunciarse sobre su pertinencia, para acordar eventualmente las sumas adicionales reclamadas por GM: hasta 16.600 millones de dólares.
"En los hechos, GM ya está en quiebra. La única duda es saber quién retendrá sus activos", comentó Douglas McIntyre, del sitio de internet de análisis financiero 247WallSt.com.
En este contexto, los inversionistas se lanzaron ayer de nuevo a vender acciones en Wall Street, ante el creciente temor sobre la estabilidad de los bancos principales del país, y por la situación de General Motors Corp., que parece cada vez más grave.
Las acciones cerraron en sus peores niveles de los últimos 12 años, arrasando con todo el terreno ganado en la jornada anterior, y aún con más. Los inversionistas tratan de lidiar con más datos desalentadores sobre la economía, nuevas preocupaciones sobre la estabilidad de GM y la incertidumbre imperante en el sistema financiero. Las ventas de cara al reporte gubernamental sobre el empleo, previsto para hoy, agravaron las caídas.
El índice Dow Jones cerró con una baja del 4,09%al cerrar en 6.594,44 puntos, con lo que superó el límite de los 6.600 puntos registrado en abril de 1997.
El índice S&P-500 cayó un 4,25% al alcanzar los 682,55 puntos, es decir que también se situó claramente por debajo del límite de los 700 puntos. NASDAQ perdió un 4% al cerrar en 1.299,59 puntos, mientras el NASDAQ 100 se redujo un 3,22 por ciento al contar 1.074,52 puntos. (AFP/DPA/AP)