BUENOS AIRES (ABA) Escasas, irrelevantes y de dudosa implementación, evaluaron intendentes del interior y dirigentes rurales las medidas incluidas en el acuerdo suscrito el martes pasado entre el Gobierno y la Mesa de Enlace agropecuaria.
En las primeras horas posteriores al compromiso, el clima social no es el mejor, y en contados casos se abrió una expectativa del lado de los productores y políticos del interior.
Uno de los más duros en reaccionar fue el intendente de la ciudad santafesina de Amstrong, Fernando Fischer: "El humor de la gente en mi pueblo es intolerable. Las medidas propuestas no alcanzan, además son las que toma el ´funebrero´ porque es tarde: las ventas relacionadas con el campo, desde que empezó aquella polémica por las retenciones móviles- han bajado un 90 %, expresó el jefe comunal de origen justicialista aunque alejado del kirchnerismo.
Fischer detalló que en su zona la actividad central es la metalmecánica. "Aquí hay diez industrias de sembradoras directas, la más importante fabricaba 60 por mes, hoy fabrica 10 y vende tres", dijo. El intendente consideró que la única solución plausible es reducir las retenciones a la soja del actual 35 % al 20 %.
En la mayoría de las localidades de Santa Fe se percibía ayer un clima similar, salvo en casos puntuales como el de Rafaela donde la actividad central es la láctea. "Hay que abrir un compás de espera, las medidas tal vez no alcanzan pero es positiva la reconstrucción del diálogo", señaló el intendente Omar Perotti, cercano a Carlos Reutemann. En Pergamino, había carpas de autoconvocados a la vera de las rutas. José Apesteguía, de la Sociedad Rural, expresó: "Se espera que las pocas medidas firmadas se pongan en práctica para ver si el gobierno tiene intenciones de que el campo vaya hacia adelante".