INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Casi dos meses después del paso del Dakar por la Región Sur rionegrina, los arreglos en rutas y caminos vecinales prometidos por la organización del evento todavía no se hicieron.
Entre el 4 y el 6 de enero, más de 500 vehículos atravesaron la provincia de Río Negro de sur a norte por caminos vecinales y rutas provinciales y nacionales que, en su mayoría, quedaron destrozadas.
Durante los meses previos, desde la organización provincial, presidida por el ministro de Turismo, Omar Contreras, les aseguraron a los propietarios de los campos afectados que los daños iban a ser reparados días después del paso de la competencia. También los guardaganados, tranqueras, etcétera.
Pero hasta ahora nada se hizo y la bronca de los productores se incrementa. Además, desde Viarse afirman que si bien están planificados los trabajos, la falta de fondos, equipamiento y humedad hace imposible que puedan realizarse a corto plazo.
Productores de la zona de Barril Niyeo y El Caín, parajes ubicados en cercanías del Paralelo 42, por donde ingresó la competencia desde Chubut, señalaron que los destrozos en los caminos vecinales y en la Ruta provincial 5 fueron muy importantes.
"En la zona de planicie, el paso de los camiones borró el serrucho y el terreno se aflojo de tal forma que provocó pozos de hasta 30 centímetros de profundidad, que están tapado con un polvillo que parece talco. También se aflojaron los guardaganados", sostuvo Elsa Martínez, propietaria de un campo en Barril Niyeo por donde los vehículos recorrieron más de diez kilómetros.
El competencia circuló en enlace entre Maquinchao y Jacobacci. Los 75 kilómetros de este tramo de la Ruta nacional 23 quedaron muy deteriorados. En los últimos 20 días se registraron dos accidentes como consecuencia el mal estado de la traza. Más complicados quedaron los 40 kilómetros de la Ruta provincial 6, que separan a Jacobacci de la denominada "Curva de Namuncura", donde los grandes guadales -pozos cubiertos con polvillo- no sólo son obstáculos difíciles de sortear, sino que representan un gran peligro para los automovilistas debido al polvo en suspensión que quedan cuando pasan vehículos o corre viento.
En la zona de Laguna Blanca, los caminos están intransitables. "Si bien nunca estuvieron en buen estado, después del Dakar quedaron a la miseria. Habían prometido arreglarlos, pero no pasa nada" agregó Pascual García.
