El controvertido obispo británico concluyó su carta con un reconocimiento indirecto de la autoridad del Papa, asunto que suscita enfrentamiento entre los integristas y la jerarquía de la Santa Sede.
"Como dijo el Santo Padre, todo acto de injusta violencia contra un hombre hiere a todo el género humano", escribió.
Tanto Williamson como los otros obispos de la Fraternidad de San Pío X, incluido el sucesor de Lefebvre, Fellay, aún "no están en comunión con la Iglesia, motivo por el cual no pueden celebrar los sacramentos en la Iglesia católica". El hecho de que el Papa haya levantado la excomunión decretada hace 20 años por Juan Pablo II a los obispos ilegítimamente consagrados por Lefebvre no implica aún que los integristas hayan sido completamente rehabilitados, según el Vaticano. Sólo se realizó "un primer paso".